Citroën ha añadido un nuevo gadget a su gama de vehículos, la ConnectedCAM, una pequeña cámara Full HD situada bajo el retrovisor interior que registra todo lo que pasa delante del vehículo, ya que permite grabar vídeos a voluntad o tomar fotos.
Ahora bien, el uso que el conductor le dé al dispositivo dependerá de la circunstancia, ya que desde la marca francesa proponen varios contextos: algunos, relacionados con la seguridad vial, con la cámara como testigo de un accidente; otros, vinculados al ocio, donde la ConnectedCAM captura paisajes, una carretera nevada o cualquier otro instante fotogénico.
Sea cual sea su finalidad, esta cámara integrada es opcional en los modelos Citroën C3, Citroën C5 Aircross y Citroën C4, en los que se puede incorporar por 300 euros. Técnicamente, la ConnectedCAM tiene un gran angular de 120 grados y alta definición de 2 millones de píxeles que permitirán al conductor retratar todo tipo de momentos. Algunos más conflictivos, como un pequeño golpe, una maniobra inesperada de un conductor, un peatón que cruza por un lugar prohibido… Instantes relacionados con la seguridad vial de los que el usuario de Citroën podrá defenderse -siempre que no tenga la culpa- con las imágenes de la cámara.
Con el objetivo de facilitar la obtención y la difusión del contenido, Citroën ha creado una aplicación móvil específica, disponible en App Store y Google Play. Una vez descargada, hay que conectarse al vehículo, que generará una red interna WiFi mediante la conexión a nuestro móvil. En los siguientes pasos deberemos ajustar las preferencias de publicación y a partir de ahí elegiremos las fotos o vídeos que queremos compartir. Podremos hacerlo con otros usuarios de nuestra agenda o directamente en redes sociales como Twitter o Facebook.
Y existen varias formas de tomar fotos o vídeos. Por un lado, la ConnectedCAM tiene un modo automático que se activa cuando tenemos un percance. La cámara va grabando y borrando imágenes en su memoria interna de 16 GB y cuando detecta que un sensor de seguridad como el airbag o la frenada de emergencia han saltado, guarda automáticamente los 20 segundos anteriores al aviso y los 60 posteriores, en lo que será un fragmento útil para determinar qué ha sucedido en un accidente. Por otro lado existe un modo manual que se activa con un toque y que permite tomar una foto, mientras que con una pulsación más larga, se graba un vídeo de 20 segundos.
Aunque Citroën presente la ConnectedCAM como novedad, tanto la cámara como sus funciones ya existen en los vehículos desde hace años, aunque su uso no es popular en España. Primero, sobre el dispositivo cabe recordar que en 2016 el Citroën C3 ya equipó uno con el mismo nombre que permitía hacer pequeños montajes para subirlos a plataformas de vídeo. Las características técnicas eran muy parecidas a las de la ConnectedCAM que ahora llevan los nuevos Citroën, pero las cámaras estaban ubicadas en los retrovisores exteriores en vez de en el central como ahora, desde el que se tiene una mejor visión de lo que sucede por delante del vehículo.
La cuestión legal del uso de las imágenes de
Eso sí, tanto la cámara de 2016 como la actual están ubicadas de tal manera que son prácticamente imperceptibles. Ahora bien, más allá de los diferentes usos, ya en la primera versión se planteó la cuestión de la privacidad. Y es que el uso de estas cámaras on board, cámaras a bordo o dashcams, como se les conoce en el mercado, sí es muy frecuente en países como Rusia, donde se han convertido en defensas esenciales para evitar los falsos atropellos en los que los peatones se abalanzan sobre los vehículos para intentar lograr una indemnización.
Pero, ¿es legal en España la ConnectedCAM en todos los contextos? Para encontrar esta respuesta hay que acudir a la Agencia Española de Protección de Datos, que se ha posicionado en varias ocasiones sobre el asunto, siempre planteando dos cuestiones. La primera alude al uso de estas cámaras como prueba en caso de accidente o en un juicio. Y la respuesta es un “sí, pero”. En primer lugar habría que determinar si la grabación se realiza bajo los principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad que se exigen para que se pueda aceptar a efectos probatorios. Es decir, hay que justificar el aporte. Y en ningún caso la cámara podría emplearse para grabar de modo indiscriminado el entorno o como sistema de videovigilancia. Así que la especificidad de la norma obligaría a revisar cada caso particular. Desde Citroën España informan a Reason Why que las imágenes de la ConnectedCAM son "válidas como cualquier foto o grabación, suponen una prueba más".
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