La inmediatez gana peso en los hábitos de consumo de los Millennials

  • El 71% prefiere compras ágiles, sin colas y lo más próximas posible al hogar
  • La mayoría de los millennials buscan flexibilidad y sentido en sus ocupaciones laborales
millennial mascarilla coronavirus

Incertidumbre. Esto es lo que ha dejado la crisis del coronavirus en prácticamente todos los lugares, sectores empresariales y grupos sociales del mundo. Un no saber con claridad en qué punto estamos ni hacia dónde vamos.

Esta es la conclusión que ha sacado la comunidad Shakers de un informe centrado en la generación Millennial y cómo el COVID-19 ha influido en sus costumbres y hábitos laborales y sociales.

Hasta el 69% de los millennials utilizan el teletrabajo como medida de protección

Desde el informe señalan que este sentimiento de “fragilidad colectiva a nivel mundial” modificará los hábitos de consumo y aumentará el movimiento hacia tendencias de cambio social.

Las primeras consecuencias ya se están percibiendo a nivel empresarial, político y social. “Esta generación ha vivido en la ‘lógica del más’: más educación, más relaciones, más trabajo..., que ha resultado incompatible con la lógica de crecimiento mundial”. Shakers apunta a que desde la antropología y la sociología se está planteando una reformulación del concepto “vivir bien”, ya que los Millennials buscan en el trabajo “algo que les haga vibrar, que les aporte sentido y valor a su vida”.

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El informe resalta que hasta el 61% de los millennials estarían dispuestos a trabajar por proyectos, incluso un 6% lo harían de forma esporádica, con una duración corta y realizando una labor específica dentro de un proyecto (lo que se conoce como ‘gig economy’). Y es que el 69% de los que forman este grupo social utilizan el teletrabajo como medida de protección personal.

Hábitos de consumo

En la nueva forma de consumir, la inmediatez ha ganado más peso del que ya tenía antes de la pandemia. El viraje hacia lo digital ha aumentado la necesidad de respuestas ágiles por parte de las empresas.

El miedo al contagio también sigue presente, teniendo su influencia sobre los consumidores: el 71% prefieren compras ágiles, sin colas y cerca al hogar. Esto repercute en los tipos de establecimientos, ya que la gente trata de agrupar todas las compras en un único espacio.

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También se ha impulsado el gran consumo, tanto en alimentación (+41%) como en bebidas (+25%), lo que ha favorecido que hasta un 67% de las personas dediquen ahora más tiempo a cocinar, y los pedidos de comida a domicilio se hayan desplomado un 66%.

Ocio y tecnología

El confinamiento también ha convertido el uso cotidiano de lo digital en una necesidad. El consumo de redes sociales ha crecido un 30% durante este periodo, e incluso ha descendido un 20% el número de Millennials que se resisten a utilizar medios digitales.

El confinamiento ha reforzado los modelos de e-learning

La tecnología ha demostrado que se puede trabajar desde casa sin perder productividad, pero también ha ayudado a superar la barrera del e-learning o modelos de aprendizaje a distancia. Desde Shakers defienden que el 100% de la formación se ha mantenido activa durante los meses de confinamiento.

De hecho, el encierro ha impulsado un mayor interés general por la cultura y la información: la lectura de libros físicos ha aumentado un 5% y la consulta de noticias y medios de comunicación, un 37%.

Las relaciones humanas

Como en el resto de colectivos, el COVID-19 ha marcado un punto de inflexión en el peso de las relaciones humanas para los Millennials, reformulando una escala de prioridades donde la cercanía con familiares y amigos se convierten en factores esenciales.

Según las fuentes del informe, antes de la apertura del confinamiento el 49% de los Millennials indicaban que visitar a familiares sería la primera actividad que realizarían una vez terminase la cuarentena, mientras que para un 19% era el reencuentro con amigos.

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Saludo según el protocolo post-coronavirus.

No obstante, la preocupación por el contagio, propio o de familiares, también marca tendencia a la hora de relacionarse. Según los datos que recoge Shakers, esta cuestión es una preocupación para el 51% de españoles, lo que hace presagiar que una generación tan imbuida en las herramientas digitales seguirá utilizando las videollamadas para mantener algunas comunicaciones, incluso entre parte de su circulo social.

Parece que el coronavirus ha ayudado a mejorar la conciencia social en torno a las medidas y requisitos para garantizar la seguridad. Es decir que, ya sea por solidaridad o por miedo, ahora tenemos más presente el bienestar común.

Más info.: ¿Y ahora qué? Análisis del comportamiento de los Millennials tras el Covid-19