5 normas básicas para crear un buen logotipo

No basta con el nombre de la marca y un diseño cualquiera. El logotipo de una empresa dice mucho sobre su actividad, su carácter y su gente. Y es una factor clave para ser recordado. Repasamos 5 normas básicas para elegir un buen logo.

5 normas básicas para crear un buen logotipo. ¿Cuándo fue la última vez que le echaste un vistazo a tu logotipo? Muchas empresas mantienen una identidad corporativa heredada de los viejos tiempos. Nadie se ha planteado durante años si el logo funciona o no.

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El logotipo es un factor importante. Es uno de los primeros impactos que el público recibe, y es clave para conseguir que se recuerde la marca. Además, el mundo del diseño ha hecho grandes avances en el diseño de logotipos. La revista Marketing Profs ha recopilado estas 5 normas para comprobar que no nos estemos quedando atrás:

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1. Habla sobre tu empresa

 

El logo es algo más que una palabra y una imagen. Para ser reconocible tiene que decir algo sobre la empresa que representa. A qué se dedica, cuál es su carácter y su valor diferencial.

 

Por ejemplo, el logo de Deustche Bank transmite seriedad y confianza, mientras que el de Toys “R” Us desprende un espíritu de juego.

 

 

En algunos sectores predominan tendencias diferentes en el diseño de logos. Por ejemplo, en la industria del deporte muchos logos se inspiran en la forma de un escudo. En el mundo del diseño se suele crear un efecto visual con la tipografía.

 

 

Seguir estas tendencias es útil para que se reconozca rápidamente el sector de actividad de la empresa. Por otro lado, puede ser buena idea romper con el diseño típico y esperado cuando lo que buscamos es diferenciar a la marca.

 

 

2. Simple

 

Esta es la norma universal de todos los logos en todos los sectores. El logo tiene que ser simple. Una palabra y una imagen que definan la empresa... reducidas a su mínima expresión. 

 

Por ejemplo, el logo de The North Face representa la cara norte de la montaña Half Dome, en California. pero en lugar de usar un dibujo realista, se ha simplificado este elemento al máximo. Otras marcas relacionadas con la naturaleza usan imágenes demasiado complejas, con muchos elementos. Es el caso de Mountain Green.

 

 

El logo de The North Face es mucho más fácil de identificar y recordar. Además, al ser más sencillo es también más fácil de escalar a diferentes tamaños.

 

 

3. Resistirse al “efecto Word-Art”

 

Hace unos años era habitual ver logos con sombras, degradados y bordes adornados, al más puro estilo “Word-Art”.

 

 

Pero cada vez va ganado más terreno el diseño plano

 

 

El motivo es que los logotipos cada vez se utilizan más en soportes diferentes y menos controlados. Cualquiera puede copiarlo, pegarlo, reducirlo o agrandarlo, y los logos muy complejos acaban perdiendo calidad. Con un diseño plano y simple, es poco probable que se pierda la forma.

 

 

4. Colores con sentido

 

Los colores transmiten sensaciones y son una de las formas más sencillas de comunicarse. El azul transmite serenidad, el rojo pasión, el naranja confianza... 

 

Hay que elegir los colores según el concepto que se quiera comunicar y es importante mantenerlos en la identidad corporativa. Tanto el logotipo como el resto de los materiales de la empresa tienen que usar una paleta de colores en común, con unos 3 ó 4 colores en tonos similares.

 

  

5. A diferentes tamaños

 

Antes de aprobar el nuevo logotipo, conviene verlo reproducido a diferentes tamaños. ¿Cómo funciona en una valla publicitaria? ¿Y en una esquina de la web? ¿Y desde lejos?

 

El logo se mantendrá muchos años y su tamaño se modificará para aparecer en diferentes soportes. Los logos simples siempre aguantan mejor los cambios de tamaño que los complejos.

 

logologologo

 

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Si el logo elegido es demasiado complejo, a veces conviene crear una versión simplificada para el formato pequeño, como hace Heineken.