Los ciudadanos europeos demandan acciones más concretas contra la desinformación en internet

  • El 54% comparten que a menudo no están seguros de si la información que encuentran en Internet es cierta
  • Solo el 44% de los encuestados dicen que han verificado la información que encuentran online

Los ciudadanos de la Unión European desean que empresas y autoridades hagan más en la lucha contra la difusión deliberada de contenido falso y falso en Internet. Concretamente, el 85% creen que los responsables políticos deberían hacer más para luchar contra esta situación, mientras que el 89% consideran que los operadores de las plataformas de redes sociales también deberían tomar más medidas.

Son algunas de las conclusiones a las que ha llegado Bertelsmann Stiftung, una empresa privada alemana que impulsa proyectos sin ánimo de lucro que promuevan el cambio social en terrenos como la educación, la salud, la democracia, Europa o la digitalización. Su análisis ha tenido en consideración las opiniones de 13.270 europeos de entre 16 y 70 años en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y España. 

El 39% de los ciudadanos europeos son conscientes de haber encontrado desinformación en internet

Uno de los principales hallazgos de la investigación es que detrás de esa mayor demanda de acción se encuentra un mayor reconocimiento del problema por parte de los ciudadanos europeos. Tanto es así que el 54% comparten que a menudo o muy a menudo no están seguros de si la información que encuentran en Internet es cierta, y el 39% son conscientes de haber encontrado desinformación.

Los datos no solo reflejan las opiniones de los usuarios, sino que evidencian la situación de la desinformación especialmente respecto al conocimiento que de ella tienen los ciudadanos. Y es que solo el 44% de los encuestados dicen que han verificado la información que encuentran online, y solo el 22% ponen de relieve la desinformación o se la señalan a otros. 

Esto, según Bertelsmann Stiftung, está vinculado en parte a la edad y la educación de los usuarios, puesto que cuanto más jóvenes y más nivel de estudios tienen, más activamente consideran si la información es verdadera y toman medidas para contrarrestar la desinformación. Concretamente, los usuarios de Twitter y Telegram ven información falsa más a menudo y la denuncian con mayor frecuencia. 

Por otro lado, en términos del impacto que consideran que las redes sociales tienen en la democracia, el 30% de los encuestados tienden a ver desventajas, mientras que el 28% consideran que tienen ventajas. El 42% dicen que hay aspectos tanto positivos como negativos.

Por todo ello, desde Bertelsmann Stiftung recomiendan la introducción y ampliación de la monitorización por parte de expertos independientes y actores de la sociedad civil para identificar y etiquetar mejor la desinformación. Asimismo, señala la necesidad de que las plataformas digitales también tengan una moderación de contenido consistente y transparente. A este respecto, apunta a los informes de transparencia que los principales proveedores de redes sociales deben publicar a finales de agosto como parte de la implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea.

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Además de la regulación desde arriba, debe haber un desarrollo de competencias desde abajo. Debemos hacer que el público en general sea más consciente de los riesgos de la desinformación", ha comentado Cathleen Berger, experta en política digital de Bertelsmann Stiftung. "Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que las personas de todas las generaciones sean más capaces de verificar y clasificar las noticias y el contenido de los medios, ya que, como muestra la encuesta, las personas están más dispuestas a tomar medidas contra la desinformación cuando la reconocen”.