Cómo el diseño puede hacer más cómodos los viajes en avión

La facturación de equipaje es una molestia para algunos viajeros que vuelan en avión. El alto precio que cobran algunas compañías aéreas y los largos tiempos de espera en la cinta hasta que salen las maletas son algunos de los motivos por los que muchos pasajeros prefieren subir su equipaje a la cabina.

La firma londinense de diseño Priestmangoode ha presentado un nuevo concepto para los aviones de pasajeros en el que es posible que cada uno de ellos suba una maleta de mano a la cabina. Así nadie tendría que facturar su equipaje.

El diseño se ha aplicado a un prototipo de Embraer, el Air E2, que estará listo para despegar en 2018. “Nuestro objetivo era aumentar el espacio del compartimento para equipaje sin reducir el espacio de los asientos”, asegura el director de diseño, Paul Priestman.

La forma de conseguirlo ha sido optimizando el módulo en el que se suelen incluir la señal de abrochar/desabrochar cinturones, el botón de llamada a la zafara, la luz de lectura o la máscara de oxígeno. Priestmangoode ha patentado un nuevo tipo de asiento en el que el resultado es un 40% más de espacio para el compartimento de equipaje.

 

 

Además, Priestmangoode ha querido darle más aire a la zona de los asientos. Por eso las butacas de la clase Business se han colocado escalonadas, para preservar el preciado espacio para las piernas del viajero.

De la misma forma, todos los accesorios y acabados del Embraer Air E2 se han diseñado con el objetivo de hacer que el avión se parezca menos a la celda de una cárcel. Baldosas de vidrio, grifos sin contacto, revestimientos acústicos y puertas más “suaves” hacen de los baños de este avión algo más parecido a lo que podemos encontrar en un hotel.

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