Después de un año y medio de negociaciones, Disney ha concretado la compra de 21st. Century Fox por US$71.300 millones, y ha dado lugar a lo que ha sido denominado como una de las operaciones más ambiciosas en el mundo del entretenimiento en los últimos años.
A través de esta operación, contenidos como Los Simpsons, Star Wars o X-Men, dejan de estar en manos del empresario australiano Rupert Murdoch, para pasar a formar parte de la familia de Mickey Mouse.
El portfolio cinematográfico de Fox Studios también incluye otras películas como Avatar, El Planeta de los Simios y Alien, sobre las cuales Disney ahora, no solo tiene los derechos de emisión, sino que puede dar continuación a las respectivas historias.
Canales internacionales como National Geographic y todas las variables de FOX, salvo los informativos, también cambian de dueño con esta transacción. Por otra parte, Disney ha decidido vender inmediatamente las filiales de Fox Sports, para evitar entrar en conflicto con las regulaciones de países como México y Brasil, dado que la compañía es también propietaria de la cadena ESPN.
La adquisición se realiza en el mismo año en que Disney prevé lanzar una plataforma de contenidos vía streaming y así calentar la competencia con Netflix. En 2018 la compañía ya había anunciado que no renovaría su acuerdo con Netflix, de modo que muchos de sus principales títulos quedarían fuera de esta plataforma en los próximos meses.
