El clima caluroso y húmedo de Indonesia es un terreno abonado para la proliferación de moscas. Aparte de lo molestos que puedan resultar, estos insectos representan un problema para la salud, pues son potenciales transmisores de hasta 65 enfermedades, entre ellas el cólera, la fiebre tifoidea y la diarrea. Los niños son particularmente vulnerables a este riesgo, especialmente en el momento de la comida y por dos razones: los alimentos atraen a las moscas y los chicos tienden a descuidar los hábitos de higiene.
La marca de pintura Dulux y su agencia Innocean, en un intento de aliviar este problema en los comedores escolares del país asiático, llevaron a cabo un experimento. Partiendo de la base de que a las moscas les repele el color amarillo, prepararon dos mesas con platos de llenos de comida; una la dejaron como estaba y la otra la pintaron de amarillo. Las moscas se sintieron atraídas por la mesa sin pintar y rehuyeron la otra.
A partir de ahí, marca y agencia han puesto en marcha el proyecto “Yellow Canteen”, que está en marcha desde el pasado mes de octubre y por el que están pintando de amarillo los comedores de los colegios del país. la decoración no se limita a las mesas, sino que incluye asientos y paredes, lo que, por otra parte, genera un ambiente más alegre que contribuye al bienestar de los niños.
El proyecto cuenta con un espacio web en el que se ofrece información sobre el mismo y en el que los colegios pueden hacer la solicitud para que su comedores sean pintados.