El sector del marketing y la publicidad es muy propicio a mirar al futuro y preguntarse qué pasará con el sector; y es que siempre ha ido de la mano de la innovación y la tecnología. Hoy están surgiendo nuevas formas de alcanzar a los públicos, de comunicarse con ellos y entenderlos, pero ¿tanto cambiará en un futuro? Saquemos la bola de cristal y juguemos a ser adivinos...

La tecnología como medio y ¿como fin?

El marketing es una ciencia social en la que el factor humano es el principio y final de todo. Hoy se habla de bots, robótica, compra programática, internet de las cosas… En definitiva, se habla de tecnología. Pero ¿es la tecnología el futuro?

Sería falso decir que no, pero el futuro no se puede construir solamente en base a la tecnología. La agencia, tampoco.

Como curiosidad, mirad lo que vimos esta semana: Heinz recuperaba una idea que Don Draper les planteaba nada más y nada menos que en los años 50, para muchos el neolítico de la publicidad. Para otros, en cambio, se trata de la época clásica, aquella en la que las ideas eran lo que movían a los departamentos.

Y es que no nos podemos olvidar, el sector publicitario tiene su alfa y omega en la capacidad de desarrollar ideas y llevarlas a la práctica. La tecnología es una facilitadora en su producción, pero jamás será un sustitutivo porque le falta algo que les está a años luz: capacidad emocional. Algoritmos, apps, bots o realidad virtual no dejarán de ser números y códigos carentes de calor si no hay una idea detrás que los sustente y les dé razón de ser.

Aunque la tecnología sí ayuda al sector a desarrollar ideas que antes eran impensables: alcanzar públicos y escucharlos de forma inaudita y tomar decisiones que en el pasado necesitarían horas y horas de análisis. Este, y no otro, es el valor de la tecnología en el sector: un vehículo de la eficiencia y de la creatividad.

La tecnología, un apoyo para la toma de decisiones

Cuando se habla de tecnología, se suele asociar solamente a la capacidad de llevar a la práctica nuevos conceptos, pero a menudo olvidamos cómo la tecnología puede ayudar en el día a día de la agencia, en su toma de decisiones y organización del trabajo.

En un sector que vive de la creatividad y la observación, tener tiempo para pensar es quizás la base de todo. Tener tiempo para lo que de verdad importa, tener tiempo incluso para equivocarse. Y es que en el tiempo es donde se sustenta el sector. No debemos olvidar que un consultor no hace otra cosa que vender su tiempo, por lo que ser capaz de optimizar ese tiempo es ser capaz de venderlo y utilizarlo mejor.

En un sector tan competitivo como este, las agencias no pueden estar alimentándose de hojas de Excel o pizarras. Necesitan dejar de lado herramientas arcaicas y abrazar las nuevas soluciones que hay a su alcance, ya sean sistemas de analítica o CRMs integrados.

Uno de los grandes publicitarios españoles defiende que las grandes ideas no salen de las hojas de Excel, que nacen de la observación y la crítica, pero para ser observadores y críticos deberíamos tener tiempo. La pregunta ahora es ¿y quién de aquí puede decir que tiene el tiempo que necesita para preparar una campaña?

Por ello desde Teamleader proponemos el concepto #WorkSmarter que no es otra cosa que aplicar técnicas y tecnologías de eficiencia en la agencia. Nuestra propuesta es un CRM, integrado con gestión de proyectos, trackeo de tiempo y facturación. ¿Nuestro valor? Controlar la rentabilidad del proyecto y la productividad de un equipo desde una sola plataforma. Y es que antes de pensar en cómo la tecnología puede ayudar a nuestras campañas, deberíamos pensar cómo la tecnología puede ayudarnos a nosotros mismos.