El trabajo remoto o a distancia ha sido calificado como “el futuro del trabajo”. Y en muchas empresas ha evolucionado de ser un beneficio para el empleado a una necesidad de negocio.

Aquellas compañías que quieren crecer en el marco de una economía global ahora lo tienen un poco más fácil. El trabajo remoto les permite ahorrar costes y fomentar la retención de los empleados, así como su productividad. Así lo confirma un estudio de Harvard Business Review, sugiriendo que este modelo de trabajo es especialmente interesante para las start-ups.

Desde TechCast, un Think Tank de la George Washington University, estima que en 2019 el 30% de los trabajadores en países industrializados trabajarán de forma remota.

Este tipo de empleados tiene la necesidad de colaborar en proyectos comunes, independientemente de la zona horaria. Algo que en un entorno digital como el que nos rodea es mucho más sencillo. Aunque la cerveza de afterwork con compañeros es algo a lo que todavía no puede acceder un trabajador remoto, las nuevas tecnologías ayudan a superar la mayoría de barreras que puedan presentarse.

Por ejemplo, la web app Zapier se basa en la gamificación para fomentar la integración de equipos cuando hay trabajadores a distancia en la empresa. Juegos como “Conoce mejor a tus compañeros” o “Dos verdades y una mentira” contribuyen a fomentar el sentimiento de pertenencia, algo que será cada vez más necesario con el paso de los años.