Los trabajadores pasan de media nueve horas al día sentados frente al ordenador. Durante su jornada laboral hacen frente a un sinfín de tentaciones que influyen en el desempeño de su trabajo y terminan por mermar su productividad.
Curiosamente, los mayores de 55 años son los que más tiempo invierten frente a la computadora con un promedio de diez horas diarias, a pesar de que está demostrado que la conectividad sin límite afecta al rendimiento.
Y es que la tecnología y el uso que los empleados hacen de ella es uno de los asuntos que más preocupa a los administradores informáticos. Tanto que el 92% ha sorprendido a sus trabajadores haciendo un uso indebido de los ordenadores de empresa.
Entre los malos hábitos adquiridos por las plantillas figuran, por ejemplo, la búsqueda de oportunidades laborales (39%), la descarga ilegal de música y otros softwares (45%) y la carga de dispositivos personales (50%).
Sin embargo, el dato que más llama la atención es el que tiene que ver con las Redes Sociales. Según una encuesta llevada a cabo por Experts Exchange, el 82% de los empleados consulta Facebook y Twitter durante sus horas de trabajo.
A pesar de que los usuarios que se toman pequeños descansos para consultar su móvil son más felices al término de su jornada laboral, lo cierto es que esta práctica no cuenta con la aprobación de todos los empleadores.
Menos aún si acceden desde los ordenadores de la empresa, que pueden ver comprometida su seguridad como consecuencia de los hábitos de navegación de sus usuarios.
Quizá por eso el 72% de los administradores se siente frustrado con las prácticas de los trabajadores, hasta el punto de que el 12% se ha planteado incluso dejar su trabajo. De hecho, la mala praxis favorece la aparición de virus, disminuye el rendimiento de las máquinas, incentiva los pop-ups masivos y, en último término, provoca daños irreparables en los aparatos.
Para evitar problemas de este tipo, el 47% de los informáticos entrevistados se declara a favor de los softwares de control remoto que permiten supervisar la actividad de los dispositivos y salvaguardar su seguridad.