Etam busca nuevos inversores para relanzar su negocio. Y es que la quiebra acecha al grupo de moda holandés. De hecho, la compañía, con 200 puntos de venta en los Países Bajos, se ha visto obligada a pedir la protección judicial para poder hacer frente a sus acreedores y evitar, así, la bancarrota.

El Tribunal de La Haya deberá decidir ahora si le concede acogerse a la modalidad de pago aplazado. Una solución que contemplan desde la compañía a causa del “aumento de la presión en el mercado minorista de moda holandesa y del fuerte aumento del comercio electrónico”.

Una de las causas del declive de Etam podría ser que, como desde la dirección de la empresa han reconocido, no se siente adaptada todavía a “la situación del mercado alterado” pese a las reducciones de reestructuración y de costes.

No obstante, el grupo busca paliar la situación invirtiendo en el desarrollo de su comercio electrónico mientras intenta renegociar el alquiler de sus establecimientos en busca de una serie de rebajas.

Además, el grupo que opera bajo las marcas Miss Etam y Promiss, ha intentado tranquilizar a sus trabajadores asegurándoles, por el momento, su puesto y su remuneración.