Las tecnologías emergentes han propiciado la transformación digital de sectores como la industria y los servicios. Es sólo cuestión de tiempo que esta reconversión alcance otras áreas y tenga un mayor impacto económico en el PIB.
Para entonces, las empresas deben estar preparadas. Renovar la organización y aprehender las competencias necesarias son las necesidades más urgentes de cara a su adaptación al nuevo orden: la economía digital.
Luis Lombardero, director del Máster de Dirección de Empresas Digitales de LID Learning, sugiere cuáles pueden ser las tendencias para subirse al tren de la economía digital.
Apostar por el Internet de las cosas
“España se ha quedado en la cola del tren de la economía digital”, declara Lombardero. La oportunidad para sacar el máximo partido al nuevo ecosistema requiere conocer cómo funciona Internet of Everything (IoE) y explotar sus posibilidades.
Su aplicación “a las ciudades inteligentes y a la industria 4.0 pueden dar lugar a un nuevo reequilibrio de la industria global frente al dominio de China, el primer fabricante mundial”.
Actualizar las competencias de mando
Las cúpulas ejecutivas deben aprehender las habilidades que demanda el nuevo escenario. Hasta ahora, sólo algunos directivos de compañías tecnológicas han desarrollado competencias hard. Aquí se incluyen habilidades científicas, tecnológicas y de gestión relacionadas con la dirección de las empresas digitales.
El reto, apunta Lombardero, pasa por adquirir todas esas destrezas e invertir en la tecnología necesaria para el lanzamiento de nuevos productos y servicios al mercado.
Contar con los millenials
La mayoría de los directivos actuales de entre 50 y 60 años abandonará la vida laboral antes de 2025. Dentro de 20 años, explica Luis Lombardero, los millennials estarán en el momento crucial para definir sus carreras profesionales y “la meritocracia y el talento darán más posibilidades a quienes dispongan de las competencias adecuadas”.