Ryanair se olvida de los aeropuertos secundarios y busca ganar presencia en las grandes ciudades. La aerolínea quiere estar presente en aquellas ciudades con demanda de pasajeros de negocios.
Para apostar por ese turismo más profesional la compañía ampliará su presencia en Madrid y Barcelona mientras que retirará, a su vez, aviones de Reus y Girona.
"No es un cambio de estrategia, es una evolución natural”, ha explicado Kenny Jacobs, director de marketing de Ryanair.
Con esta medida la aerolínea deja atrás una de sus señas de identidad. Reduce su apuesta por estar en los aeropuertos secundarios frente a las grandes ciudades. Y es que tiene previsto abrir 10 nuevas rutas desde Madrid y una nueva para Barcelona que, además, contará con una mayor frecuencia para las ya existentes.
"No pensamos dejar de estar en otros aeropuertos como el de Santander, pero en Madrid y Barcelona las tasas están congeladas y la demanda crece, así que es un buen momento para ampliar nuestra presencia", ha señalado Jacobs.
La irlandesa espera tener este año un millón de pasajeros más en Barcelona.
La previsión es que, en los próximos cinco años, Ryanair concentre la mitad de su actividad en las capitales más importantes de Europa con los nuevos 380 aviones que reciba en un medio plazo.
Ahora la compañía transporta unos 90 millones de pasajeros al año y aspira superar los 160 millones obtenidos en 2014.
Ryanair, que se hizo famosa por extender el concepto low cost, busca ahora captar a los pasajeros de negocios, un segmento en el que aseguran estar teniendo mucho éxito. Una estrategia que se suma al cambio de imagen paulatino que está llevando a cabo la compañía.