Todo el mundo quiere estar en el metaverso aunque no sepan exactamente qué es o cuáles son sus reglas. La mayoría buscan un hueco en el mundo virtual, pero sienten que desconocen su legalidad. Identifican un trampolín para su marca y clavan la bandera en una parcela de la que esperan poder sacar un beneficio con el paso del tiempo. Pero, ¿cuánto ha de pasar hasta que la semilla dé su fruto? La exploración del metaverso es una constante al alza, que avanza al mismo tiempo que lo hacen las dudas que se generan sobre su funcionamiento.
Estas son algunas de las cuestiones que recoge el análisis realizado por la agencia de comunicación y asuntos públicos BeConfluence sobre el metaverso, que concluye, entre otras cuestiones, que los principales sectores económicos españoles se incorporan ya a este mundo virtual y paralelo. Y lo hacen desde todas las ramificaciones: multinacionales como Inditex o Mercadona, hasta empresas incipientes, surgidas incluso al calor de una creación que, sin ser mucho menos un concepto reciente, explotó en 2021 con el cambio de nombre y concepto que planteó Mark Zuckerberg a través de Meta (antes Facebook).
Para la elaboración del informe, que busca arrojar luz en una creación llena de claroscuros, BeConfluence ha tenido en cuenta las búsquedas que se han realizado tanto en España como en Reino Unido sobre este concepto.
Metodología del estudio:
- Análisis de datos sobre 9,3 millones de IPs de usuarios únicos, a través del cual se ha podido determinar cuáles son los intereses y preocupaciones sobre el metaverso, así como el tipo de empresas, el perfil profesional, la edad, sexo o procedencia geográfica de los que buscan información
- Una búsqueda única se refiere a la realizada por una dirección IP, un dispositivo. Es decir, como mínimo, una persona. Se han intervenido dos mercados diferentes como España y Reino Unido, para establecer comparaciones entre nuestro país y el referente atlántico.
Todos los sectores buscan su lugar en el metaverso
La fotografía que saca BeConfluence a través de dos países como España y Reino Unido permite diferenciar un entorno más maduro como el británico, donde el interés por el metaverso se disparó un 350% en 2020, y otro incipiente como el español, en el que las búsquedas desde las empresas muestran una tendencia creciente, incluso por encima del país anglosajón. Esto se explica por la consideración inversionista que mueve a la mayoría de los usuarios españoles, frente al interés particular del otro mercado analizado.
Pero en ambos casos hay un sentido común: un interesado que se mueve con una linterna en un mundo amplísimo y oscuro, donde los cambios se producen a cada segundo. Un mundo que parece abierto para todos, planteando un sinfín de vías de negocio, aunque esta amplitud de opciones genera desconfianza y, sobre todo, dudas sobre gastos que a veces se plantean como millonarios. Así, la creencia de que todo tiene un límite fija los propios límites del explorador, que se refuerza para ir más allá y superar sus miedos.
Lo que está claro, según la investigación de BeConfluence es que en mayor o menor medida todas las marcas quieren asomarse al metaverso. Más aún en una etapa que es germinal, donde se puede sacar ventaja aunque no se tengan grandes herramientas para ello. Y a diferencia de lo que sucede con otras vías de la economía digital, no hay filtro de sectores. Todos, sin excepción, desde el deporte, el ocio, el retail o incluso la asistencia jurídica, se ven involucrados en la acción del metaverso.
Es innegable hablar de un proceso transversal de búsquedas, a tenor de lo que se recoge en el estudio, con una prospección que va desde el propio “qué”. La palabra metaverso aparece en infinidad de publicaciones y es una tónica en los objetivos SEO de los medios generalistas, pero pocos se paran a explicar con detalle o con referencias acreditadas qué es esta red global de contenido, especialmente organizado, donde caben infinitas instancias, conectadas entre sí o independientes y donde las personas pueden interactuar social y económicamente como avatares.
Rápidamente, viene a la mente de los más veteranos el concepto de Second Life, algo que para la Generación Z e incluso Millennial lleva siendo una constante en el mundo de los videojuegos. Y es que en el metaverso se integra el concepto de un ciberespacio al que acceder desde todo tipo de dispositivos, donde se incluyen ordenadores y móviles, pero la gran puerta, diferente a experiencias exteriores, son las gafas de realidad virtual y aumentada que amplían posibilidades a la hora de interactuar entre usuarios.
El poder inmersivo es el que diferencia al metaverso de otras experiencias
Es decir, el poder inmersivo es el que diferencia al metaverso de otras experiencias. Es el gran modo de romper entre la realidad física y el nuevo mundo, con sus oportunidades de inversión, trabajo o parcelas para una nueva vida que dibuja el nuevo universo. Y a partir de ahí, casi todo está por desarrollar. Aunque esta figuración lleva presente décadas, el giro comercial que Mark Zuckerberg, CEO y Fundador de Facebook, le dio en 2021 cambiando la razón empresarial a “Meta”, provocó un boom. Ahí se abrieron las posibilidades económicas para un sistema que intenta ampliar horizontes fuera de la escasez energética o de los polos en constante conflicto que genera la geopolítica.
Claro que, paralelamente al interés y el mar de actividades que abre esta realidad de avatares, prolongaciones nuestras, se plantea la necesidad de fijar reglas que por ahora son difusas. Como en la exploración transoceánica, cada marca o particular está abriendo camino con los instrumentos que buenamente considera, sin ceñirse a ningún derecho más que el natural. En este contexto, más del 50% de las personas que buscan sobre metaversos son hombres menores de 40 años y cerca del 90% de las personas acuden directamente a Google para informarse.
Las aspiraciones de España en el metaverso
El sentido de las búsquedas difiere en cada caso, no obstante. La tendencia, simplemente teniendo en cuenta los datos, es al alza en todos los mercados. Si se observan los datos de BeConfluence, la multiplicación de búsquedas de 2018 a 2019 fue determinante, pasando de 212.885 personas/mes a 641.519 personas/mes en España. A partir de ahí, los crecimientos fueron más graduales hasta la consolidación, en 2022, de casi un millón de personas al mes buscando información del metaverso, lo que demuestra una demanda imparable.
Aunque la llegada al metaverso se ha producido desde distintos flancos, el desembarco no ha ocurrido entre todos los sectores con la misma intensidad. Hay cuatro que concentran más del 50% de las búsquedas en España:
- Informática y telecomunicaciones: 20,3%
- Marketing y comunicación: 10,4%
- Entretenimiento: 13,6%
- Retail: 8%
Aunque sería reduccionista centrar la fotografía única y exclusivamente en estos sectores. Porque hay hilos de luz en múltiples industrias. Del total de búsquedas, el 7,6% provienen del sector finanzas y economía, mientras que el 6,4% son de sanidad y salud; la educación y formación proveen el 5,9% de las búsquedas y encontramos el monto restante con players que provienen del diseño y creación digital (5,5%), de empresas inmobiliarias o de construcción (5,1%), recursos humanos (4,6%) y turismo (3,0%). El 8,7% restante lo componen otra polifonía de voces que irán ganando espacio en función del desarrollo que vaya teniendo el metaverso en España.
En Reino Unido, un mercado más maduro, el 90% de las búsquedas las concentran el sector de la informática y telecomunicaciones (31,9%), seguido de media Digital&Creative (19,8%), entretenimiento (24,2%) y construcción e inmobiliaria (13,5%). Este reparto tiene una explicación muy lógica, que se vive desde las posibilidades que ofrece el mundo digital.
Por un lado, toda la industria que provee el armazón digital y después sectores puramente inversionistas como el del entretenimiento. Ahí, en el ocio, es donde más posibilidades ofrece el primer metaverso pero, rápidamente, de la lectura de los datos se desprende una potente vía, cada vez más consolidada, como es la del apartado inmobiliario y constructor. Y es que la venta de parcelas en el metaverso se ha convertido en el gran filón reciente de gasto.
El Metaverso genera una nueva economía
La madurez o industrialización del metaverso está provocando un cambio en el mix de usuarios que buscan. Así, si en 2021 el 67,3% eran personas naturales o físicas frente al 32,7% de empresas; en 2022 los porcentajes han variado hasta situarse el 62,8% de personas naturales o físicas frente al 37,2% de empresas, según datos de BeConfluence. Y la tendencia alcista del interés corporativo no cesa, dibujándose una curva ascendente en lo que va de año que prolonga el 5% del crecimiento de búsquedas empresariales de metaverso en España.
La tendencia alcista del interés corporativo no cesa, dibujándose una curva ascendente en lo que va de año
De hecho, el mercado británico, entendido siempre como una fase más avanzada, muestra cómo el porcentaje de búsquedas de las empresas sobre todo lo que tiene que ver con el metaverso es cercano al 40% en 2022, aunque el incremento del interés corporativo tenga un crecimiento más atenuado, del 2,5% entre 2021 y el año en curso.
Más allá del perfil de usuario, interesante para entender la transformación económica que plantea el metaverso, cabe destacar los enlaces temáticos de las búsquedas. Son muy significativos y demuestran la potencialidad del mundo virtual más allá de una cuestión anecdótica y lo definen como una segunda oportunidad de vida. Así, más de 200.000 búsquedas promedio mensuales están relacionadas con aspectos financieros, un caladero solo superado por la pregunta base de saber cuáles son los metaversos disponibles, que concentra 250.000 rastreos. Y dentro de esta lógica, hay 140.000 búsquedas promedio mensuales sobre los equipos de realidad virtual existentes. En resumen: el qué, el cómo y el por qué en el comportamiento del usuario.
Todos los datos de BeConfluence orientan hacia un panorama en el que el metaverso genera una nueva economía que no necesariamente se rige por los conceptos tradicionales como la oferta o la demanda. El concepto de finitud no existe dentro de las reglas del mundo digital y este deberá ser determinado por sus actores. El intercambio o materias primas tampoco parecen un problema, como sí sucede en el mundo físico, y las fronteras igualmente desaparecen por completo, aunque el concepto de propiedad privada, como sucede con el capitalismo, sigue siendo un principio generador.
¿Qué supone el Metaverso para una marca?
Cabe no hacerse ideas de una arcadia feliz en el metaverso como generador de una sociedad horizontal que abre nuevas oportunidades en condición de igualdad. Simplemente, propone una nueva línea de salida en la que los actores pueden tomar partida sin los requerimientos y limitaciones del mundo tradicional. De hecho, a tenor de la investigación, el metaverso es el último paso de la economía digital, que en los últimos años ha dibujado un sinfín de oportunidades que han democratizado el número de inversores.
Es el caso de los NFT y las criptomonedas, que han aumentado la base de usuarios con capacidad de gasto más allá de los activos refugio. El metaverso pretende consolidar todas estas tendencias, atrapadas ahora por reglamentaciones comunitarias que ven cómo el sistema pautado de subvenciones e impuestos se desborda en una pasarela digital que maneja su propia economía.
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Tan relevante como conocer qué temas se buscan es saber cómo se procuran. De este modo se percibe la intencionalidad de los interesados. Así, los temas más frecuentes en relación con el sector del Marketing y la Publicidad, según BeConfluence, son:
- ¿Qué acciones de marketing están realizando las marcas grandes en el metaverso?
- Formas de lograr presencia de merca en mundos virtuales
- ¿Qué metaversos existen para realizar campañas publicitarias?
- ¿Cuánto se invertirá en campañas publicitarias en el metaverso en el futuro?
- ¿Cómo cambiarán las estrategias de marketing con el metaverso en los próximos años?
- ¿Qué futuro tendrán los profesionales del marketing en el metaverso?
Existe, por tanto, una mezcla de curiosidad y ansiedad por lo que el futuro pueda dibujar. El metaverso plantea un folio en blanco que cuestiona el mundo tal y como lo conocemos. No hay tarifas definidas, tampoco temas y ni siquiera un perfil profesional específico.
Esto, de parte de los profesionales del sector. Las empresas plantean otra serie de cuestiones, pero no muy diferentes en cuanto a la intencionalidad. En todos los casos prima el tono interrogativo, lógico, ante la incerteza del escenario. Y a la vez, peligroso, porque el que ofrece respuestas puede tener un sesgo u ofrecer información con lagunas.
Así, entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, más de 3.000 directivos buscaron cómo su marca puede beneficiarse del metaverso de los siguientes modos:
- ¿Qué supone el metaverso para mi marca?
- ¿Cómo pueden entrar las marcas en el metaverso?
- ¿En qué se beneficia mi marca del metaverso?
- ¿Cómo funcionarán las oficinas virtuales?
- ¿Cuándo deberían empezar las marcas a pensar en el metaverso?
- ¿Cómo se puede beneficiar mi marca de la realidad virtual?
Riesgos económicos y sociales que plantea la realidad alternativa
La duda genera curiosidad, pero también temor. Es la cara B de un proceso entusiasta en el que están involucrados diversos actores que asumen con generosidad el nuevo escenario que se plantea, pero que pasan por fases entendibles de dudas.
Según el informe de BeConfluence, la salud mental y la dependencia de los usuarios registra más de 68.000 búsquedas de promedio mensual, mientras que el consentimiento digital y la seguridad de los datos registran 62.000.
Entre las preocupaciones que se plantean también están cuestiones como la amenaza de daños físicos, robo de datos, acoso, difamación o el uso entre menores de edad. Preocupaciones intrínsecas al propio medio digital y que una realización tan grande en todos los sentidos como el metaverso puede amplificar. De ahí que se perfile necesaria, como en el ámbito económico, una regulación de estos supuestos.
En el plano empresarial, algunas firmas son reticentes a la descentralización que pueda provocar el metaverso. Sienten vértigo sobre la pérdida de control de los escenarios posibles y vislumbran riesgos que, actualmente, no están dispuestos a correr.
Sin embargo, el efecto arrastre que está provocando el metaverso hace que esté presente en las agendas de los particulares y empresas, ya no solo como una cuestión de futuro, sino de presente. El miedo a lo desconocido se compensa con el pánico a quedarse fuera de juego. Así, no todo son temores, porque detrás del riesgo se encuentra una frontera hacia un nuevo mundo, la construcción de identidades y marcas con reglas nunca antes vistas. Y, por tanto, un reto al que se enfrenta la humanidad en su conjunto, dibujando un paso más en su evolución que nunca hubiera imaginado.
Más info.: Estudio de BeConfluence sobre búsquedas el Metaverso