Fujifilm le ha retirado su condición de embajador de marca al fotógrafo callejero Tatsuo Suzuki tras conocerse el método que usa para realizar sus instantáneas. La marca ha cortado lazos con el artista a pesar de no haber hecho comentarios al respecto ni existir alegaciones de conducta ilegal.
La compañía japonesa de fotografía, había publicado un vídeo en su canal de Youtube para el lanzamiento de su nueva cámara Fuji X100V. En él se podía ver al fotógrafo en acción realizando distintas tomas. La respuesta del público ha sido principalmente negativa debido a las técnicas “demasiado invasivas” que utiliza el fotógrafo. Sin embargo, otros usuarios se han mostrado “desconcertados” al no entender la decisión de la marca asegurando que “debía conocer el tipo de fotografía que desarrollaba el artista al proponerle la colaboración”.
El estilo del fotógrafo consiste en recorrer las calles de Tokio con una cámara compacta y fotografiar a los transeúntes desde perspectivas “agresivas”. En muchos de los casos las personas al ver acercarse al fotógrafo tratan de zafarse de él; aunque la mayoría de las reacciones son de desconcierto al encontrarse un hombre desconocido de mediana edad aproximándoles una cámara a su rostro, sin previos aviso.
Otra de las críticas que se hacen en las redes es la falta de autorización de los “modelos” para la realización de las composiciones, hasta tal punto que en muchos casos se han enterado tiempo después de que protagonizaban las imágenes de Tatsuo. Esta situación hace que según la cultura japonesa pueda ser considerado un “pervertido” y que se compare con un “paparazzi”.
Suzuki comenzó a tomar fotografías de mendigos en Tokio a la edad de 43 años. “Al principio solo sacaba imágenes de los sintecho, ya que su apariencia tenía un gran impacto en mi. Cuando conocía cómo llegaron a su situación el impacto era aún mayor”. El artista explicaba en una entrevista con Street View Photography en 2013 que su atracción por retratar a las personas se debe a la necesidad de “expresar su pasión, su dolor y sacar fuera sus emociones” a través de “composiciones callejeras cargadas de tensión”. Asegura que su intención no es asustar a las personas ya que busca impactar al espectador y no al modelo.