Una pequeña compañía fundada en 2007 por los jóvenes emprendedores James Park y Eric Friedman, se acaba de vender por una cifra multimillonaria. Se trata de la marca de wearables Fitbit por la que Google ha pagado alrededor de 2.100 millones de dólares.

Google apuesta por el sector wearable

El movimiento permite a Google expandirse en el mercado de monitores de ejercicio y relojes inteligentes para impulsar su propia división de smartwatches con el sistema operativo WearOS, que no ha conseguido rivalizar con otras alternativas como las de Apple.

Desde Fitbit, el Cofundador y actual Director Ejecutivo de la firma, James Park, ha asegurado que "Google es un socio ideal" para avanzar en su misión como compañía. "Con los recursos y la plataforma global de Google, Fitbit podrá acelerar la innovación en la categoría de dispositivos portátiles, escalar más rápido y hacer que la salud sea aún más accesible para todos", ha añadido.

Aunque éste es un buen negocio, no es el mejor que pudo haber hecho Fitbit teniendo en cuenta que en 2015 la empresa llegó a tener un valor de más de 4.000 millones de dólares al salir a bolsa. Además, aunque han vendido más de 100 millones de dispositivos Fitbit en 12 años, la compañía se ha encontrado recientemente con una caída en la demanda de sus productos a medida que han ido surgiendo competidores.

Se espera que la transacción de compra por parte de Google se complete en 2020 ya que todavía está pendiente de recibir la aprobación de su Junta Directiva y los reguladores económicos de Estados Unidos.

Con respecto a la protección de los datos biomédicos de los usuarios, Fitbit ha prometido que la información de salud y bienestar que acumulan sus dispositivos no se usará para hacer publicidad en Google. Además se ha comprometido a mantener fuertes medidas de privacidad. Sin embargo, algunas fuentes apuntan a que los datos de salud, junto con los 28 millones de usuarios activos en la plataforma Fitbit, han sido claves en el acuerdo con Google.