En ocasiones los estereotipos de género están tan instaurados en nuestra cotidianeidad que pasan desapercibidos. Si le preguntamos a Siri de Apple, a Cortana de Windows o a Alexa de Amazon, nos damos cuenta de que las voces e identidad de la inmensa mayoría de los asistentes virtuales son femeninas. O, al menos, proyectan una imagen de mujer.

Esto se debe al resultado de diversos estudios que dicen que los usuarios de todos los géneros prefieren interactuar con mujeres, ya que la voz femenina es percibida como más servicial. En cambio las voces masculinas se asocian a la autoridad.

Sin embargo, esto no deja de perpetuar un estereotipo de género que dificulta el cambio social. Un hecho que esta campaña quiere combatir: “Los hombres mandan. Las mujeres obedecen”.

 

 

 

 

 

La agencia de publicidad Tangoº, con la colaboración de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad y la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, ha querido iniciar una conversación pública al respecto para señalar y denunciar una de las maneras más discretas que los estereotipos de género tienen de evidenciarse y perpetuarse.

Mediante el hashtag #VocesEnIgualdad, esta campaña invita a compartir el contenido o a evidenciar con ejemplos que cada persona encuentre, moviendo el necesario debate.

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Los asistentes de voz neutros

Sin embargo, la noción de asistentes de voz con voces neutras ya existe. A principios de este verano Google lanzó una actualización en su sistema operativo que permitía asignar colores a las distintas opciones de voz que incluye su asistente. 



Así, en lugar de ser una voz femenina o masculina, hablamos de todo un espectro de tonos asociados con colores: naranja, azul, cían, ámbar, verde, púrpura o rosa.