Ikea está haciendo pruebas con sus cortinas Gunrid, pensadas para combatir la polución del aire. Un proyecto impulsado por los datos que indican que la contaminación del aire en el interior de los hogares se traduce en una cantidad de muertes superior que en el exterior.
Así, Ikea ha desarrollado unas cortinas que destruyen las partículas tóxicas que se encuentran en espacios cerrados, como el formaldehído. Las cortinas se tratan con minerales que descomponen los contaminantes cuando la luz los ilumina, a través de un proceso que, según Ikea, “es similar al de la fotosíntesis”.
Según la marca, las cortinas se pondrán a la venta el año que viene y serán una opción recomendada para completar los sistemas de purificación del aire en el hogar.