Un futuro marcado por la emergencia climática; los diferentes golpes al sistema, ya sean crisis económicas, pandemias o conflictos geopolíticos; y la fragmentación social en torno a la igualdad y la etnicidad. Esas son las certezas que Ikea considera que van a determinar la forma de vivir en 2030, pero a las que añade incertidumbre que caminan entre los extremos: ¿pertenencia a la comunidad o privacidad individual?, ¿tecnología autónoma o controlada?, ¿nuevas experiencias o estabilidad?, ¿harmonía o control de la naturaleza?.
Estos planteamientos son los que se recoge en el informe “Life at Home Report 2023” presentado por la compañía sueca. En él analiza los cambios acontecidos en los hogares y las maneras de vivir a lo largo de la última década -mediante datos de informes anteriores- y reúne las tendencias que han marcado el año que acaba de concluir. Todo ello a partir de encuestas, realizadas entre mayo y junio, a casi 37.000 personas en 38 mercados.
No obstante, el informe también incluye unas predicciones sobre la forma en que se desarrollará la vida en las cosas de cara a 2030. Ikea ha establecido tres posibles escenarios futuros y ha creado tres historias diferentes que ilustran esas posibles realidades, en la que también se integran los desafíos a los que tendrán que enfrentarse las personas en los próximos años.
Escenario 1: la vida en movimiento
En este futuro, Ikea se pregunta qué pasaría si no hubiera sólo un hogar, sino varios hogares en los que poder desarrollarse a nivel individual. Así, imagina un mundo marcado por el movimiento constante y en el que predominan estilos de vida transitorios, ya sea por elección o por circunstancias. Sin embargo, apunta a la “búsqueda entusiasta de una vida mejor que podría estar a la vuelta de la esquina, o incluso más lejos, tal vez en una dimensión diferente”.
La independencia y la capacidad para sentirse resiliente ante el cambio constante marcarían los conceptos de hogar, como también lo harían la posibilidad de acceder a él en cualquier momento y desde cualquier lugar gracias a tecnología personalizada. “La vida en el hogar en este futuro está integrada con tecnología que se centra en el progreso individual, la privacidad y la búsqueda de nuevas experiencias", señalan desde Ikea.
Ikea imagina un futuro viviendas cápsula adaptadas a estilos de vida transitorios
Para este futuro presenta la historia de Jin, que se encuentra una “vivienda cápsula” en el centro de Seúl después de que el informe meteorológico propusiera una evacuación temporal de zonas costeras. No obstante planea volver a su residencia habitual en unos días para acoger una fiesta, con invitados presenciales y virtuales. Además, está organizando un viaje para el verano ayudado de su asesor de inteligencia artificial, pero si el cierre de fronteras o el fluctuante precio del transporte se lo impiden, viajará de manera virtual gracias a sus gafas inteligentes. También iniciará una nueva experiencia laboral y planea apuntarse al programa de co-living de la empresa, gracias al cual podrá trabajar desde cualquier lugar del mundo.
Escenario 2: comunidades divididas pero autosuficientes
Para Ikea podría darse un escenario en el que la población del planeta se ha dividido en diversas comunidades que viven desconectadas. Los individuos de estos grupos estarían unidos a través de aquello con lo que se identifican, ya sean tendencias políticas o estilos de música. Es un futuro de fragmentación social en el que se demanda la autosuficiencia y se otorga mucha importancia a las personas con una amplia gama de habilidades.
En este sentido, la vida en el hogar estaría centrada en la pertenencia comunitaria y la estabilidad permanente, con la naturaleza entretejida en la vida cotidiana y las personas evitando la tecnología. La pregunta de Ikea en este caso es cómo pueden las casas ayudar a la identidad individual y a la pertenencia sin aumentar la alineación con la comunidad.
Para ilustrar este escenario, la compañía cuenta la historia de Ángela, que vive en una hogar colectivo solo para mujeres en Massachussetts (Estados Unidos). Tras su divorcio, después de 30 años de matrimonio, se unió a esta comunidad y estudió un curso de soldadura para contribuir a la autosuficiencia del colectivo. Junto a Pastricia, su nueva pareja, está ayudando a optimizar las viviendas de la comunidad usando papel pintado solar para convertir la luz natural en electricidad y procesadores de biomasa.
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En los catálogos de Ikea no hay vómitos pero en la vida real, sí
{"id":25091,"titular":"En los catálogos de Ikea no hay vómitos pero en la vida real, sí","prefijo":null,"slug":null,"image":"https://www.reasonwhy.es/media/cache/noticia_relacionada/media/library/ikea-vomito.jpg","path":"/actualidad/catalogos-ikea-no-hay-vomitos-pero-vida-real-si-noruega-try"}Escenario 3: naturaleza y tecnología interconectada
En esta posibilidad Ikea se pregunta cómo puede la relación de las personas con la tecnología y la naturaleza ayudar a un pensamiento más regenerativo. Imagina un escenario en el que las personas se han adaptado a las realidades de la crisis climática y se han impulsado iniciativas para la adopción de un uso eficiente de los recursos. El diseño de los hogares en este futuro integra tecnología y naturaleza y las casas responden a las fuerzas externas del entorno.
La historia de Jamie, persona no binaria que trabaja en educación infantil, es la que ilustra este escenario. Vive en un pequeño pueblo de Suecia con sus parejas y sus hijos, es decir, tres adultos crían a dos niños. En casa, una granja regenerativa, tienen una cocina cuyas superficies se autolimpian, realizan la compra a través de la nube y cuentan con una inteligencia artificial que monitoriza el consumo de energía y sugiere mejoras en el bienestar del hogar en función del parte climático. Pueden crear mobiliario utilizando impresión 3D y un compuesto de champiñones, así como planificar un bot con sus voces para contar historias a los niños a la hora de acostarse.
Ikea aventura un futuro de autosuficiencia y con nuevas formas de entender la comunidad
“Estos escenarios también enfatizan el papel de las relaciones entre las personas. El cambio hacia las cooperativas, estilos de vida centrados en la comunidad y la autosuficiencia colectiva puede ser una forma de mejorar la calidad de vida general de todos”; explican desde la compañía en el informe. “Necesitaremos un cambio hacia nuevas formas de impulsar nuestro mundo, como monitoreo intuitivo del hogar y alternativas energéticas, así como técnicas emergentes para la fabricación distribuida”.
Además, la compañía asegura que el futuro que dibuja plantea un reto para su propio modelo de negocio en tanto en cuanto el hogar pasará a convertirse más en un concepto que en un lugar tangible. En este sentido, el desafío para Ikea será determinar cómo puede ayudar a las personas en un escenario de mayor movilidad, mayor incertidumbre a causa del cambio climático y un incremento de la presencia de la tecnología.
Más info.: Life at Home Report 2023