Somos seres emocionales. A pesar de la creciente presencia de la tecnología y los datos en nuestro trabajo, vida cotidiana y cultura, los seres humanos seguimos dejándonos guiar por nuestras emociones y sentimientos, especialmente en un momento tan complejo como este.

El incremento de desarrollos tecnológicos nos hace pensar que nuestras vidas se están volviendo cada vez más racionales. Que nuestros sentimientos y emociones pronto solo se verán conducidos por los datos y los algoritmos, pero hay evidencias de que la tendencia es completamente la contraria.

Así lo ha expresado Jean-Remy von Matt, Co-Fundador de Jung von Matt, en la sesión ‘Jung von Matt Presents Why Emotional is the Only Rational’, retransmitida en el contexto de Lions Live.
“Los humanos se comportan de una forma cada vez más emocional. La razón para ello es obvia: nuestro complejo, volátil y disruptivo mundo es demasiado complicado y demasiado rápido”.

Múltiples análisis concluyen que, cuando no podemos entender algo de manera racional, dejamos que nuestros instintos se hagan cargo.
En este sentido, los soft factors (factores blandos) se imponen sobre los hard facts (hechos sólidos) y determinan la moral del comportamiento de los consumidores.

“No nos gusta un coche por el poder de sus caballos, sino porque encaja con nuestras ideas en relación a nuestra responsabilidad sobre la gente y la naturaleza. Tampoco elegiremos un banco por su tipo de interés, sino porque proporciona valor a nuestras vidas y a las de sus empleados”, explica von Matt en relación a cómo consumimos actualmente y, más todavía, cómo lo seguiremos haciendo a raíz de la crisis del coronavirus.

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Esta tendencia hacia la emocionalidd está determinando las estrategias de marketing y comunicación de las marcas, que deben reforzar cada vez más el vínculo entre creatividad y tecnología para resultar relevantes hacia un consumidor cada vez menos racional.

Según el Co-Fundador de la agencia Jung von Matt las marcas, los productos y los servicios deben invertir en ese impulso emocional en lo que el creativo denomina el “emomentum” (emotional momentum).
“Por su puesto, la tecnología seguirá siendo una parte absolutamente fundamental para el éxito de los negocios, pero las máquinas no pueden crear “emomentum”, solo puede hacerlo la creatividad”.