El 50% de las empresas españolas del gran consumo esperan reducir a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero en sus procesos logísticos en 2030.

La encuesta realizada por la iniciativa europea Lean&Green, que en España cuenta con la participación de 42 empresas fabricantes y distribuidoras, ha indicado que la optimización de los procesos logísticos es la principal fuente de reducción de emisiones de CO2 para las empresas que operan en el país.

Sin embargo, el informe indica que, para las compañías de Lean&Green, la tardanza en la puesta en marcha de iniciativas públicas que incentiven la transición hacia alternativas de trasporte sostenible, así como la falta de certidumbre acerca de cuáles serían las energías alternativas que terminarán por consolidarse, representan las principales barreras para orientar la estrategia y la inversión hacia la descarbonización.

Del mismo modo, el 47% de los socios de Lean&Green España consideran que la falta de tecnologías disponibles, como puntos de recarga y camiones propulsados por combustibles alternativos, se convierten en un obstáculo en la transición hacia modelos más amigables con el medio ambiente.

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A nivel europeo, el 66% de las empresas son optimistas con respecto al cumplimiento del objetivo de descarbonización para 2030, especiamente debido al peso de compañías en países como Holanda, Bélgica y Alemania, que acumulan más de 2/3 de los socios de Lean&Green. En estos países, el uso de las redes de ferrocarril, marítimas y el transporte fluvial para las operaciones logísticas se ha extendido como alternativa al transporte por carretera.

Optimización de los procesos logísticos

Las empresas españolas lideran la implementación de estrategias de optimización para la reducción de las emisiones de CO2 en sus operaciones logísticas.

El 60% de las compañías españolas indican que la planificación de sus procesos de carga, de rutas o la reducción de los viajes en vacío son sus principales acciones para descarbonizar sus procesos, mientras que el 23% apuestan por la renovación de sus flotas.

En el conjunto de Europa, estos procesos de optimización son prioritarios para el 45% de las empresas, mientras que el porcentaje que se encuentra renovando sus flotas asciende al 29%. Por su parte, el 19% prefieren los proyectos de colaboración y el 8% han cambiado el transporte por carretera por otras modalidades más sostenibles.

Sobre el proceso de renovación de flotas, el 70% de las empresas españolas incrementaría menos de un 25% su inversión para obtener camiones sostenibles, por un 7% que aceptaría hasta un 50% de sobrecoste. La incertidumbre en torno a qué alternativas de combustible se consolidarán como solución a la movilidad del futuro, señalada por el 48% de las compañías nacionales es lo que desincentiva su inversión.

Entre las tecnologías más prometedoras, el 24% consideran que el futuro pasa por los vehículos propulsados por Gas Natural (LNG), el 21% apuestas por los vehículos eléctricos y el 7% consideran que los vehículos de hidrógeno acabarán imponiéndose.