El disfrute y el placer han sido, durante años, el territorio de marca de Magnum. Lo apetecible y suculento de sus helados ha estado en el centro de su comunicación, pero ahora eleva la traslación de ese mensaje en la campaña “Nothing cracks like a Magnum”, ideada por la agencia Lola Mullenlowe. 

La marca ha querido convertir su mensaje en una experiencia sensorial y ha hecho del crujir de la cobertura de chocolate de su producto en auténtico protagonista. El objetivo de Magnum es reforzar su compromiso con la calidad y la cantidad de chocolate que forman parte de sus helados, en cualquiera de sus formatos, de tal forma que disfrutarlos no sólo es una experiencia gustativa, sino también sonora. 

Para ello se ha creado una serie de anuncios que, de manera hiperbólica, reflejan el gustoso crujir de la cobertura. Dirigidos por el realizador Martin Werner, muestran, por ejemplo, una bandada de palomas que sale espantada cuando una joven muerde un helado en la reconocible Plaza de Oriente de Madrid; o cómo los estudiantes de una biblioteca se asustan cuando alguien muerde unos bombones helados. 

Las piezas muestran los distintos formatos de Magnum: stick, cono, tarrina y bombón. 

“Durante años, distintas generaciones han disfrutado la marca en diferentes sabores y formatos, pero lo que más ama la gente nunca cambió: nuestra cobertura de chocolate y ese sonido único que marca el comienzo del placer”, ha comentado Tugce Aksoy, Directora Global de Marca, en un comunicado de la agencia. "Esta campaña es un tributo a lo que hace que Magnum sea Magnum". 

Aunque la serie de anuncios centra su atención en los atributos del producto, desde la agencia apuntan que también ayuda a construir la marca. "Esta campaña no sólo publicita un producto, también refuerza el estatus de Magnum como el
ícono del placer, incluso si eso significa hacer un poco de desorden en el camino", ha comentado Tomás Ostiglia, Director Creativo Ejecutivo de Lola MullenLowe.

La campaña comenzó a ejecutarse el mes pasado en Reino Unido, y lo hace ahora en mercados europeos y Turquía. Las piezas se activarán en televisión, cines y plataformas digitales, y la campaña incluye también una serie de gráficas para publicidad exterior que, según la agencia, “capturan las reacciones provocadas cuando los protagonistas se entregan al placer”.

El crack de Magnum también en publicidad exterior

Con el objetivo de hacer de la campaña una experiencia sensorial que vaya más allá de la vista y apele también al oido, como parte de la campaña Magnum ha activado creatividades de publicidad exterior digital interactivas y sonoras en diversos soportes de Londres y Manchester. Como puede observarse, el crujido del chocolate de la cobertura de los helados se aprecia de forma visual y sonora cuando los transeúntes pasan por delante de los espacios publicitarios. 

Además, según recoge Campaign, ha creado una acción que integra radio y publicidad exterior con la intención de crear una experiencia inmersiva y envolvente. Según describe el medio, cuando un oyente sintoniza Heart Radio a través de radio digital o la plataforma Global Player, oirá el "crujido" de Magnum cuando en carretera pase frente a una pantalla digital que muestre la campaña. 

La acción se ha desarrollado en colaboración con Mindshare, GroupM, Global, Ocean Outdoor y DOOH.com. Desde Reason.Why nos hemos puesto en contacto con ellos para conocer más acerca de la iniciativa. La noticia se actualizará cuando recibamos más información. 

“Queríamos asegurarnos de que los consumidores no solo vieran la calidad de Magnum, sino que también la oirán”; ha señalado Natasha Irwin, Directora de Cuentas de Unilever en Mindshare UK, según recoge Campaign. “Al aprovechar la innovadora sincronización de anuncios basada en API, garantizamos que el característico sonido de Magnum al romperse tenga un impacto en todos los medios, incluso en entornos tradicionalmente silenciosos como la publicidad exterior”.

La creatividad de publicidad exterior también se ha activado en Manchester Skylights, el techo digital más grande de Europa con 900 metros cuadrados de pantalla, ubicado en el centro de ocio Printworks.