La principal plataforma de conversación social a nivel mundial es ahora propiedad del hombre más rico del planeta. Desde que la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk por 44.000 millones de dólares se hiciera oficial el pasado lunes, los usuarios de la red de microblogging han manifestado su preocupación sobre el futuro de distintas, especialmente la privacidad y la protección de datos, ahora que la compañía inicia una nueva etapa. 

Días antes de que el CEO de Tesla anunciara que los accionistas de Twitter habían aceptado su oferta, una importante sección de los usuarios ya buscaban alternativas de comunicación, como Mastodon o Spur. Incluso Truth Social, la red social impulsada por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump se convertía en una opción para los tuiteros más conservadores. Todas ellas aseguran haber ganado tráfico y usuarios en un contexto de temor ante lo que Musk, acérrimo defensor de la libertad de expresión, pueda llevar a cabo como propietario de la plataforma. 

Hasta el momento Musk ha asegurado que se centrará en mejorar el producto con nuevas funciones, hacer que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, eliminar os bots de spam y autenticar a todos los humanos. Sin embargo, ante un escenario en el que Musk pronto podrá acceder a todos los datos de los usuarios de Twitter al no contar la plataforma con encriptado de extremo a extremo, la privacidad ha ocupado el epicentro de la conversación. 

En nuestro país esos temores se han materializado en el movimiento “No autorizo”, un concepto que ha sido trending topic en las últimas horas y que recoge las opiniones de aquellos usuarios que quieren poner de manifiesto que no dan su consentimiento para el tratamiento de sus datos por parte de la plataforma. 

Sin embargo, la publicación de este mensaje no tiene ningún efecto sobre la recopilación de la información personal en Twitter. Para llevar a cabo un mayor protección de sus datos personales, los usuarios deberán acudir a la configuración de su perfil para limitar los datos que la compañía recoge sobre ellos, así como ajustar las preferencias de marketing, tal y como expone la compañía en sus Política de Privacidad. 

En ese mismo apartado la plataforma establece que al utilizar Twitter recibe información personal del usuario, como el tipo de dispositivo que está utilizando y su dirección IP. “Usted puede optar por compartir información adicional con nosotros como su dirección de correo electrónico, número de teléfono, contactos de la agenda y perfil público. Utilizamos esta información para cuestiones como el mantenimiento de la seguridad de su cuenta y para mostrarle Tweets, personas que seguir, eventos y anuncios más relevantes”, explican. 

Es por ello que la tendencia “No autorizo” ha suscitado también comentarios jocosos y también críticos. Mientras que algunos destacan la ingenua pretensión de desautorizar el tratamiento de datos a partir de un único post, otros ponen en evidencia que previo a la adquisición de Musk, Twitter también recopilaba y trataba los datos personales bajo otros liderazgos. 

El futuro de la privacidad con Musk

No obstante, la corriente esconde una preocupación real sobre la privacidad en la red de microblogging. Con la compra de Twitter, Musk podría acceder a los datos de los usuarios y, por tanto, emplearlos para hacer negocios e impulsar el crecimiento de algunas de sus otras empresas, como la automovilística Tesla, en algunos mercados mercados clave para la economía. 

Al igual que otras firmas tecnológicas, Twitter ha desarrollado sistemas de transparencia para informar públicamente de asuntos como las solicitudes de información del gobierno que recibe o demandas legales para eliminar contenido. En los últimos días, Musk ha indicado que la transparencia será una prioridad para él en Twitter, pero aún se desconoce en qué áreas quiere centrarse y cuál será su postura sobre temas como las solicitudes gubernamentales de datos de usuarios. 

Desde la Comisión Europe ya han lanzado advertencias de que la plataforma tendrá que adaptarse al marco regulatorio, la Ley de Servicios Digitales, que comenzará a aplicarse próximamente. “Ya sean  automóviles o redes sociales, cualquier empresa que opere en Europa debe cumplir con nuestras reglas, independientemente de su participación accionarial. Musk lo sabe bien”, ha comentado Thierry Breton. 

Asimismo, la intención de Musk es apostar por los estándares abiertos en aras de una mayor libertad de expresión, ya que este tipo de código daría lugar a distintas versiones de un servicio interoperable. Es más, en los últimos años Twitter ha trabajado en Project Blue Sky para buscar formas de abrir Twitter como una plataforma estandarizada y no tanto como un único servicio cerrado. Sin embargo, al otro lado de la balanza se encuentran los riesgos vinculados a ciberataques y hackeos al abrir la plataforma. 

Por otro lado, una de las metas de Musk es la de autenticar a los humanos, a través de completar captchas antes de tuitear por ejemplo, para reducir la presencia de bots en la red. Plataformas como Facebook cuentan con políticas que exigen a los usuarios utilizar su nombre real y legal a la hora de crear una cuenta y configurar su perfil, algo que ha generado controversias en materia de privacidad. En esta línea, Twitter podría llegar a solicitar información real para confirmar internamente que es una persona humana o, incluso, podría llegar a exigir a los usuarios realizar su actividad en la plataforma bajo dicha identidad legal. 

Esto pondría fin al anonimato en la red de microblogging, algo que podría tener tanto consecuencias positivas como negativas. Por un lado, podría suponer un paso adelante contra los discursos de odio y violencia que se propagan desde perfiles en los que los usuarios no pueden ser identificados realmente, pero por otro, podría eliminar algunas voces críticas y activistas que luchan y defienden causas sociales bajo identidades alternativas. 

Con el futuro de Twitter abierto a un amplio abanico de posibilidades, es de esperar que Elon Musk comparta durante los próximos días una visión más detallada de sus planes para la plataforma. De momento el empresario ha asegurado que se ajustará a la ley y se declara en contra de una mayor censura de lo que se recoge en el marco normativo.