Esta Navidad me lo estoy pasando pipa. Para cualquiera que trabaje en Marketing y Publicidad el despliegue de creatividad y nuevos recursos de comunicación que hemos visto esta Navidad en España, no tiene paragón. Como me decía el otro día Miguel Vizcaíno, "esto es como la Super Bowl, un auténtico despliegue de lo mejor de nuestro sector".
Los EFIs del año que viene van a ser muy navideños
Y pueden ser dos cosas: o bien que la Navidad agudice el ingenio y la (sana) competencia publicitaria, o bien que el cambio hacia nuevos modelos de comunicación esté tomando tierra. Francamente prefiero, deseo y creo que será la segunda hipótesis. Aun así, estoy convencida que los EFIs del año que llega van a ser muy, muy navideños (al tiempo ;))
Ya no preguntamos qué tal la familia, sino qué anuncio te ha gustado más esta Navidad
Porque por primera vez ya no se habla de anuncios solo en nuestro sector. Hemos pasado de romper silencios incómodos preguntando “¿la familia qué tal? ¿Bien?” o “¿qué serie estás viendo ahora?" a "¿qué anuncio te ha gustado más esta Navidad?".
No os engaño al deciros que ha salido de momento en todos mis ágapes navideños y en mis grupos de WhatsApp. Os comento algunos de ellos, aunque los tenéis todos en Reason Why agrupados en Campañas de Navidad, todo un festival...
Los anuncios de la Navidad 2018
Todo empezó con la campaña de John Lewis, con esa maravillosa canción del otro John (Elton) que a su vez protagonizó el anuncio que abrió el apetito de estas navidades, apoyada en la emoción más inútil de todas, la nostalgia, y, sin embargo, la que más emoción despierta. Dándole un maravilloso sentido a regalar con sentido (valga la redundancia).
Y de repente saltamos los españolitos a la arena de juego con Ruavieja y su “Tenemos que vernos más”. Nuestro producto más Spanish, el orujo, compitiendo de tú a tú con Elton y amigos a través de un experimento sociológico que demuestra que nos vemos mucho menos de lo que debemos. Ruavieja se ha emperrado en cambiar un comportamiento para hacernos un poquito mejores. Nos ha tocado la fibra, se ha basado en un insight súper poderoso y ha dado el golpe.
En esta línea está también IKEA, que nos invita a desconectar de las redes para conectar con los nuestros, con una excelente y cuidada producción y dándonos donde más nos mueve o duele, según queramos actuar.
Volkswagen y la resurrección de Edu también nos recuerdan que menos llamar y más presentarse en casa de uno. Por muy invasivo que sea, las felicitaciones a la cara.
Audi se suma a este movimiento, utilizando de nuevo la animación para ayudarnos a regalar a los niños con cabeza.
Pero no solo de movilizar vive el hombre. Hay excelentes campañas de creatividad porque sí. ¿Mi favorita? Pescanova. Cómo han revivido a Rodolfo a través de ese anuncio de bigotes en el que descubrimos a un Vicente del Bosque actor. Notoriedad en vena. De cómo una campaña producto-céntrica puede ser híper notoria, compartida, orgánica y viral.
Y llegamos al bloque de las campañas que nos hacen despertar al niño que todos llevamos dentro y un olé muy grande para El Corte Inglés y ese Elfo. La canción de esta Navidad y la campaña que supone la renovación definitiva en la manera de comunicar de nuestros almacenes más icónicos.
Aquí tenemos también a Tous que nos trae a dos Gwyneth en vez de una, a un Almendro que reivindica la vuelta al hogar como algo común a todas las especies y Toys'R'Us y Famosa, que invitan a los padres a ser más niños. Navidad de la buena.
Invitar a los padres a que jueguen con sus hijos es Navidad de la buena
Y dos proyectos preciosos y distintos: Ferrero iluminando Puebla de Sanabria por votación popular y KFC que regalará 11.111 euros si el Rey dice la palabra pollo en su discurso de Nochebuena.
Y, de paso, acerca este discurso a los más jóvenes, a los que también habla Coca-Cola reviviendo su hit de 1972 en las voces de los triunfitos más admirados por ellos.
Y por último, mención especial a Campofrío. Los que me conocen saben que el humor me puede y que es el recurso que más uso para salir airosa de cualquier situación. Es tan nuestro, es tan necesario y se nos da tan bien que no hay derecho a que nos hagan renunciar a él. El HUMOR es un bien nacional. Conservémoslo. ¡Feliz Navidad, Amigos!