General Manager de Comunicación en Toyota España Francisco Palma

Oriol Villar, el primer publicitario perro

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Después de un fin de semana literalmente en las nubes, me encuentro un poco más tranquilo para poder hablar de todo lo que ocurrió el pasado jueves por la noche. Tal y como explicaba a los micrófonos de este mismo medio unos minutos después de la proclamación de “Conduce Como Piensas” como Gran Premio Eficacia 2018, la satisfacción de haber ganado este premio supone para mí la culminación de un sueño hecho realidad.

Han sido muchos años de intenso trabajo, de grandes dosis extra de esfuerzo desinteresado, de momentos difíciles que te hacen pensar que no vales para esto y de momentos que te demuestran que tienes vocación para todo lo contrario. Son muchísimos requisitos los que se tienen que cumplir para que algo así suceda un día y todos se han cumplido por fin.

¿Qué hace falta para ganar el Gran Premio a la Eficacia?

Porque para alcanzar esta cima ha hecho falta que las condiciones en la marca se diesen tras haberle dado a la puerta con el ariete muchos años para que se abriese.

Ha hecho falta tener un equipo alineado y con experiencia en borrones y cuentas nuevas

Ha hecho falta tener un equipo alineado y con experiencia en haber hecho muchos borrones y cuentas nuevas.

Han hecho falta muchas discusiones y noches de insomnio y jefes que han estado ahí cuando todos les necesitábamos.

Pero sobre todo ha hecho falta que la pieza angular del proyecto tuviese enormes dosis de talento. Y es precisamente ahora, al hablar de la gestión del talento, el motor de la transformación que decidirá el futuro de muchas compañías en el mundo, cuando se me viene a la cabeza el artículo del periodista Hernán Casciari titulado “Messi es un perro” que publicó el diario argentino La Nación hace seis años.

Si el lector no ha tenido la oportunidad de leerlo le recomiendo que lo haga o que vea el siguiente vídeo, ya que trasciende lo futbolístico.

El paralelismo que existe entre lo que estamos viviendo estos días muchos toyotianos con el artículo de Casciari es inevitable. Como él, escribo este artículo aún en caliente después de haber vivido en directo el pasado jueves la gala de los Premios Eficacia que cada año a finales de octubre organizan la Asociación Española de Anunciantes y Scopen en el Teatro Real de Madrid.

¿Quién es Oriol Villar?

Durante estos días la prensa y las redes sociales no hablan de otra cosa. Internet explota con comentarios unánimes a favor de “Conduce Como Piensas”. Y en medio de todo esto es cuando recuerdo que una parte del proyecto empezó sin saberlo una noche antes de irme a la cama, cuando en lugar de apagar la luz decidí meterme a través de mi móvil en la web de Oriol Villar para curiosear un poco.

Una noche, en la cama, decidí entrar a curiosear la web de Oriol Villar

Se trata de un site sencillo. Sin alardes se puede acceder fácilmente a una compilación de campañones que todos conocemos. Decenas de trabajos excelentes recopilados en un mismo lugar, firmados por la misma persona y sin un plano de más: zapatillas, ropa, pizzas, ministerios, cervezas y quesos… Todas ellas muestran briefings sin excusas que resuelven diferentes necesidades de marcas inconexas entre sí.

Ese día descubrí que Oriol Villar es un perro.

Si Messi es un hombre perro, “Uri” es el primer publicitario perro. Como el perro Totín de Hernán Casciari, que solo pensaba en llevarse la esponja a la boca, “Uri” muere por plasmar una idea cuando acepta un proyecto. Sabe reconocer una oportunidad cuando esta pasa por delante, aunque se la presente alguien a quien no conoce de una marca con sede a 700 kilómetros de su casa. No espera a conocerte en persona para comenzar a trabajar el briefing. Está dispuesto a visitar un concesionario sin decírtelo para conocer tu producto antes de recibir un papel donde le hables de él. Y cuando lo recibe, sus ojos se vuelven japoneses, atentos e intelectuales como los ojos de Messi cuando tiene el balón delante.

Es el único publicitario que conozco capaz de ser creativo, estratega, cuentas, realizador y planificador a la vez. Domina todas las disciplinas publicitarias que existen...

El día del juicio final diré que yo recogí el Gran Premio a la Eficacia 2018 con el primer publicitario perro

Por ello, estoy seguro que en el día del juicio final, cuando estemos todos los publicitarios presentes, - los que han sido y seremos -, se formará un corro para hablar de marketing y uno dirá: Yo trabajé con Lluís Bassat para organizar los Juegos Olímpicos de 1992. Otra dirá: Yo vi a Juan Mariano Mancebo hacer llorar a toda España con su perro “Pippín”. Y otro: Yo vi a Miguel García Vizcaíno representar como nadie a una generación con el “Te mueves o caducas”.

Y una más atrás dirá: Yo estudié publicidad por el spot de “La Mano” de Toni Segarra

Todos contarán sus batallas con orgullo tomando un gin-tonic hasta altas horas en un sitio posiblemente parecido al Dickens de Donosti. Y cuando ya no quede nadie por hablar, me pondré de pie y diré despacio: Yo recogí en 2018 un Gran Premio de Eficacia y 2 oros por Conduce Como Piensas junto al primer publicitario perro. No volará una mosca. Se hará silencio. Todos los demás bajarán la cabeza y aparecerá Dios disfrazado de juicio final y señalando me dirá: Tú, el calvo, estás salvado. Todos los demás, a dormir. 

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Francisco Palma y Oriol Villar se hacen un selfie en el escenario del Teatro Real instantes después de recoger el Gran Premio a la Eficacia 2018

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