A lo largo de los tres últimos años se han experimentado notables transformaciones, muchas de ellas consecuencia de la pandemia, que han cambiado profundamente la forma de vivir, trabajar, comprar o relacionarse. La digitalización y el crecimiento del ecosistema online han generado una simbiosis entre lo físico y lo virtual que ha dado lugar a un nuevo escenario comercial y relacional en el que, pese a la aparición de plataformas digitales, aplicaciones y redes sociales, la página web continúa desempeñando un papel esencial en los resultados de negocio.

Muchas marcas están apostando por nuevos modelos y experiencias de ventas, como el social commerce o el live shopping, pero mantienen su sitio propio de comercio electrónico como base de su ecosistema comercial. Es más, según el informe “Digital Consumers Survey 2022” de Nielsen, el smartphone es ya el dispositivo preferido para hacer las compras para el 57% de los españoles, mientras que los marketplaces (68%) son los espacios en los que se llevan a cabo las compras, seguidos de las aplicaciones propias de marca (45%) y las redes sociales (29%). 

“A día de hoy, la web sigue siendo el centro de toda estrategia online, el lugar más adecuado para cerrar ventas y captar leads”, explica Lucía González, responsable de Comunicación de Dinahosting, en declaraciones a Reason Why. “Las redes sociales son una muy buena herramienta de apoyo para llevar gente hasta la web, ganar en posicionamiento de marca, etcétera, pero un negocio no puede dejarlo todo a expensas de una red social que puede cambiar sus algoritmos de visibilidad o cerrar sus puertas de un día para otro”.

Son muchos los emprendedores, pequeños comercios y tiendas locales que en los últimos tiempos han dado el salto al mundo online a través de redes sociales y plataformas digitales gratuitas para ampliar su actividad comercial y resultados. Pero en un contexto en el que el comercio electrónico marca el ritmo del mercado -la facturación del e-commerce en España aumentó en el primer trimestre de 2022 un 25,3% interanual hasta los 15.627 millones de euros- contar con una página web propia reporta a las empresas, sean del sector que sea, notables ventajas que van más allá del volumen de ventas.

Tal y como señalan desde el proveedor de hosting y dominios, la página web constituye un elemento determinante en la construcción de la reputación de las compañías, así como en la generación de una relación de confianza con los usuarios. La ausencia de un sitio web puede dar lugar a sospechas sobre la fiabilidad de la marca, a pérdidas de oportunidades y a la transmisión de un mensaje negativo en lo que respecta a la solidez del negocio. “Cuando una empresa no tiene página web, suele generar desconfianza. Aún hoy, lo primero que hacemos cuando nos hablan de cualquier marca es "googlearla" y la web es la carta de presentación oficial, por encima de cualquier red social”, apunta González.

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La página web permite a su propietario mantener el control sobre la imagen de marca que se desea proyectar, así como del mensaje que se busca transmitir a quien la visita. A fin de cuentas, el sitio web es el espacio al cual los internautas pueden acudir para conocer quién es, a qué se dedica, sus métodos de contacto, sus trabajos anteriores o las condiciones de contratación de sus productos o servicios de la compañía. Por ello, además de apoyarse en otras herramientas, como las redes sociales, para crear comunidad e interactuar fácilmente con los usuarios, las empresas deben contar con una página web para que su marca no dependa exclusivamente de terceros.

Lo cierto es que, según el informe Digital Sentiment Survey 2022 de McKinsey & Company, el 73% de las interacciones de los consumidores en España se hacen de manera digital, lo que supone un indicativo de la creciente traslación de la relación con los clientes -existentes y potenciales- al plano virtual. Y en este panorama, el sitio web supone el epicentro de la presencia y posicionamiento online, puesto que supone el recurso principal para que la marca aparezca en los resultados de los buscadores cuando los internautas buscan productos y servicios.

Las webs, más accesibles que nunca

Además, a día de hoy, tal y como apuntan desde Dinahosting, resulta cada vez más sencillo contar con un buen sitio web gracias al avance de las herramientas digitales. Aunque, advierten, la calidad y nivel de este siempre dependerá del tipo de página que se busque y los objetivos establecidos. “Para una web corporativa básica, con una sección de inicio, acerca de, lista de servicios y contacto, hay herramientas como WordPress que lo ponen verdaderamente fácil”, comenta Lucía González a Reason Why. “Si hablamos de tiendas online con un catálogo de productos amplísimo, actualizaciones constantes de inventario, etc. se requiere de una plataforma de venta mucho más estudiada”. Y en este sentido, recomienda apoyarse en profesionales del desarrollo, optimización y posicionamiento.

En esta misma línea, el proveedor de dominios considera que herramientas como WordPress facilitan la creación de páginas web, tanto en el plano del conocimiento y desarrollo técnico como en el económico. Señalan que, por un precio inferior a 70 euros al año, es posible hacerse con un Hosting WordPress y un dominio y desarrollar una página web de forma autodidacta. No obstante, además del dominio -nombre único que identifica a una web- y el hosting -espacio dentro de un servidor en el que se aloja la web-, también hay que tener en consideración otros gastos como los certificados de seguridad SSL, los derivados del cumplimiento del RGPD u otros asociados a la actividad digital, como podrían ser los de logística, en el caso de las tiendas, o de publicidad y marketing.

El dominio, el hosting y el certificado de seguridad son los elementos básicos para tener presencia online. Sin embargo desde Dinahosting ponen en valor otros recursos clave para potenciar la velocidad y seguridad de una página, aspectos ineludibles para una buena experiencia de usuario. Por un lado, los discos NVMe (Memoria exprés no volátil), más rápidos que los SSD y hacen que la web cargue en menos segundos; y los backups o copias de seguridad, que permiten recuperar toda la información guardada en una web y devolverla a un estado anterior en caso de error.

“Uno de los factores más relevantes en Internet es el del tiempo de carga de las páginas. Si una página tarda demasiado en cargar, lo más probable es que el usuario de la web se vaya y esa posible venta se escape”, nos explica Lucía González. “Otro elemento determinante es la experiencia de navegación. Es imprescindible que las visitas encuentren fácilmente lo que buscan, que las acciones estén visibles y sean intuitivas, que los formularios sean cortos y sencillos.. “, comenta destacando el desarrollo y la optimización continua como clave para obtener beneficios y que el negocio sea sostenible en el tiempo. “Si a esto le sumas un servicio de Soporte Técnico, tendrás más que suficiente para empezar online con todas las garantías”.