A mucha gente le gusta palpar la fruta antes de comprarla, oler el queso o ver in situ el aspecto del corte de carne. Pero con la mayoría de los productos de la cesta de la compra no hace falta ir a la tienda para saber qué pinta tendrán: los estropajos, la leche en polvo o los pañales son los mismos un día y otro.

Esta es la idea de la campaña que Uber Eats ha lanzado en Francia para promocionar su aplicación de venta de productos de gran consumo. 
Creada por la agencia Buzzman, ilustra su argumento desde la óptica del absurdo y muestra a diferentes personas en el supermercado haciendo cosas como cambiar un bote de helado por otro exactamente igual, calibrar la dureza de dos rollos idénticos de cinta adhesiva o comentar que es la buena temporada para comprar bolsas de basura. 

Buzzman señala en un comunicado que el 62% de los franceses son muy partidarios de hacer la compra en persona. “Además de ser un momento del que disfrutan”, comenta la agencia, “es sobre todo una oportunidad de tomarse el tiempo de observar, oler y tocar los productos con calma”.
Sin embargo, y este es el mensaje de la campaña, hay muchas cosas que compramos cotidianamente para las que ese ritual no es necesario, y ahí es donde la aplicación de Uber Eats puede ser muy conveniente.

La compañía ofrece a través de ella un total de 12.000 productos elegidos de entre la oferta de tiendas como Carrefour, Franprix, Monoprix, Système U o Intermarché.

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La campaña consta de diferente spots de varias duraciones que se están emitiendo en televisión, YouTube, Twitch, Instagram, TikTok, Snapchat y pantallas digitales de exterior.