El e-commerce está muy asentado en países como Reino Unido o Alemania, pero… ¿qué ocurre con las ventas online en países en los que el comercio digital aún no ha madurado? El informe elaborado por E-Commerce Europe en colaboración con GfK, “European B2C E-Commerce Report”, que incluye Europa Central y Oriental, ha revelado que están empezando a despuntar.
Según el estudio, el valor de los bienes y servicios comprados de manera digital en Europa ha aumentado alrededor de un 15% interanual durante los últimos cuatro años. Y los beneficios siguen incrementándose. En 2015, se espera que las ventas digitales lleguen a los 477 mil millones de euros, según las previsiones del informe. Además, se ha calculado que el volumen de negocio en 2016 ascenderá a los 540 mil millones y en 2017 alcanzará los 609 mil millones.
En este sentido, Alemania, Francia y Reino Unido son los tres mercados europeos más potentes en cuanto a comercio electrónico. En 2014, entre los tres, representaron un 60% de toda la facturación digital en Europa. Y de este dato, sólo Reino Unido realizó el 30% de las ventas digitales, según el informe.
Pero estos porcentajes se están reduciendo ligeramente a medida que las compras digitales están empezando a ganar terreno en otras naciones.
Por ejemplo, Rusia es el país europeo que más rápido ha crecido con un incremento interanual del 25,4% respecto al año anterior. En 2014 representó un 4,4% del total de la facturación a nivel europeo, que equivale a casi 19 mil millones de euros. España, tras Rusia, ocupa la quinta posición con el 4% de las ventas totales realizadas en tiendas online europeas.
Otro dato curioso que ha desvelado el informe es que durante el 2014, un 15% de los usuarios de los 28 estados que conforman la UE ha realizado compras en páginas web de otros países. Un 25% más respecto a 2013.
En cuanto a las ventas al por menor, el informe revela que la transformación digital de Europa acaba de comenzar. eMarketer estima que las plataformas digitales representarán apenas el 7,3% del valor total de ventas al por menor en Europa Occidental en 2015; y en Europa Central y Oriental, se reduce al 2,8%.