ING podría vender los datos bancarios de sus clientes a terceros

ING planea ofrecer información sobre el comportamiento de pago de sus clientes a otras empresas. El proyecto se encuentra en fase beta y ya ha suscitado numerosas críticas. El debate sobre la privacidad está sobre la mesa.

Vuelve el debate sobre la privacidad de los consumidores en Internet. Y si hay una información que a éstos les importa especialmente, esa es la bancaria. Con la creciente penetración de la banca digital entre los usuarios, a los bancos se les abre un horizonte nuevo: la oferta de información sobre el comportamiento de pago de sus clientes a otras empresas.

 

ING Direct ha sido el primer banco en anunciar que se están planteando ofrecer datos bancarios de sus clientes para que éstos reciban publicidad más personalizada por parte de terceros. Este anuncio ha hecho estallar las críticas en los medios y las redes sociales, donde se defiende la privacidad de los usuarios por encima de todo.

 

Para defenderse de las críticas, la entidad bancaria ha asegurado que sólo participarán en el programa los clientes que den su autorización al análisis de sus datos de pago. Además, Hans Hagenaars, director de clientes particulares de ING, ha afirmado que este tipo de servicio es una manera de defenderse de la entrada en el mercado de nuevos competidores.

 

Según el banco holandés, esta posible acción tiene una justificación muy clara: aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización de los procesos bancarios. Los bancos saben en qué gastan sus clientes el dinero y también cómo lo gastan. Cada vez tienen más información sobre los hábitos de consumo de éstos.

 

"El programa permitirá ver si un cliente paga más por la electricidad o el teléfono y así se podrán hacer ofertas de otros suministradores". - Hagenaars

 

Por eso, ING ha creado un equipo especial centrado en analizar el tráfico de los pagos de sus clientes. De momento, el proyecto está en fase de prueba con "varios miles de clientes" y afirman que, si los resultados son positivos, el servicio podría hacerse efectivo entre más de 4 millones de usuarios de la banca digital de ING.

 

Pero parece que ING no lo va a tener fácil. La Asociación de Consumidores en Holanda ha avisado de la incompatibilidad de este proyecto con el código de conducta del sector bancario, que estipula que los datos de comportamiento bancario no pueden usarse para otros propósitos. 

 

En este nuevo contexto en el que las empresas empiezan a ser conscientes de la mina de oro que tienen entre manos, se generan incertidumbres en cuanto al tratamiento de los datos. En España, asociaciones como la IAB ya han tomado cartas sobre el asunto con la organización de su primer desayuno temático entorno al tratamiento legal del Big Data, donde resaltaron la importancia de una legislación que contemple este asunto.

 

Al final resultará cierto que en 2025 la privacidad en Internet será para la élite...