El estudio sobre morosidad entre las empresas españolas realizado por Cepyme hace una radiografía del panorama de la morosidad en España. La información analizada corresponde al año 2013 y se compara con los datos obtenidos a partir del año 2008.
La gran conclusión que se extrae del estudio es que las grandes empresas tardan más en pagar que las pymes y, además, las primeras cobran antes, produciéndose un gran desequilibrio entre las cuentas de resultados de ambas.
El dato más positivo es el relativo a la disminución en un día del periodo medio de pago entre las empresas durante el tercer trimestre de 2013. Sin embargo, el resto de los datos arrojan un panorama poco favorable.
La demora en los pagos sigue estando por encima del periodo legal de 60 días establecido por la Ley.
Las grandes empresas contemplan una morosidad de 67,7 días, mientras que las Pymes pagan a sus clientes con un retraso medio de de 71,2 días. Esto, entre otros factores, es debido a que las pequeñas empresas sufren que las grandes cobren a 50 días y paguen a 70.
Por tanto, según el estudio, el tamaño es una variable determinante en los indicadores de cobros y pagos. A mayor tamaño, más favorable es la relación entre periodos de cobro a los clientes y pago a proveedores.
Las Pymes reciben ingresos en una media de 69,5 días, casi 10 días más tarde que en el caso de las grandes corporaciones.
La Comunidad Autónoma que más se acerca al cumplimiento de la ley es Aragón. Sus empresas tardan una media de 70,2 días en cobrar sus facturas. Las más perjudicadas en este aspecto son Canarias (casi 89 días), Andalucía (87 días) y la Comunidad Valenciana (85 días).