La coyuntura de crisis económica obliga a los candidatos a agudizar su ingenio y su competitividad si quieren que las empresas se fijen en ellos. Tanto es así que el 69% de los demandantes de empleo recurre a redes de contacto. Y esta cifra se eleva hasta el 98% en el caso de los segmentos de población más jóvenes.
Son datos facilitados por Adecco en su informe ‘Búsqueda de empleo y reputación digital en la era 3.0’, que sitúa a nuestro país a la cabeza en búsqueda de trabajo a través de Internet.
Lo más llamativo del estudio es la hegemonía de LinkedIn frente al resto de redes sociales. Una popularidad que en el caso de España bate récords y supera la barrera de los seis millones de usuarios registrados.
De hecho, su índice de eficacia asciende al 0,46 y lo sitúa como el único canal efectivo para la búsqueda de empleo. Un dato que Albert Corbella, IT Recruitment Manager en Adecco Professionals, achaca a su funcionalidad.
“LinkedIn es una red de contactos laboral, sólo laboral. No interfieren otros aspectos de índole más personal”. Y ahí es donde reside su ventaja frente al resto de plataformas. Además “permite una búsqueda tanto activa como pasiva”, y abarca a demandantes en situaciones muy variadas “desde el que busca una nueva oportunidad laboral hasta el que se encuentra en situación de desempleo”, asegura en declaraciones a Reason Why.
Según se desprende del estudio, las mujeres mayores de 33 años y con formación de posgrado son las que más recurren a LinkedIn para la búsqueda de empleo, a pesar de contar con perfiles más competitivos.
Este fenómeno se explica porque el 80% de las ofertas que se publican en España no es visible para los solicitantes de trabajo y “LinkedIn resulta de gran ayuda para visionar y postularse como candidato en el 20% restante”, matiza Corbella.
En el otro lado de la balanza se encuentran Twitter y los blogs. Su índice de eficacia es negativo (-0,16 y -0,26, respectivamente) y no son herramientas aconsejables para la distribución del CV.
Pese a que muchos candidatos las utilizan como un escaparate de talento, Corbella asegura que “no son un canal de reclutamiento eficaz para encontrar trabajo, aunque pueden ser interesantes para ver qué tipo de contenidos publica o defiende un posible empleador”.
Concretamente, Twitter destaca por su “facilidad para contactar y encontrar personas de interés”, pero esto no implica que el contacto se transforme necesariamente en una contratación.
Lo mismo sucede con los blogs, “que optarán cada vez menos por incluir este contenido e incluso tenderán a desaparecer”.
Todavía no se sabe cómo las redes sociales modificarán el acceso al mercado de trabajo. Y es que “en el ámbito de la tecnología no se puede hablar de tendencia porque todo evoluciona muy rápido, pero por su comportamiento actual, todo parece indicar que LinkedIn centralizará un volumen creciente de ofertas”.