El verano es ese momento del año que trae consigo un fenómeno cultural a nivel global como es la canción del verano. Temas eufóricos, divertidos y ligeros que pasan de moda en cuanto las hojas caen de los árboles.

¿Cuáles son los componentes de la canción del verano? Desde la BBC han encontrado seis puntos clave que comparten esos temas que escuchamos sin parar durante los meses de calor.

1. Tiene que ser simple
Cualquier canción con un mínimo de complejidad emocional está descartada durante los meses de verano. Un buen ejemplo es Music sounds better with you, de Stardust. Son cuatro minutos de funk sobre un mismo ritmo en bucle.

2. Debe hacerte sentir que estás de vacaciones
Muchos éxitos del verano han llegado a lo más alto gracias a los turistas, como Live is Life, de Opus. Estos últimos años las canciones del verano han tenido más éxito si contaban con un toque exótico, con ritmos latinoamericanos o caribeños.

3. Si es inusual o raro, mejor
Las mejores canciones del verano reflejan un momento de relajación, unas semanas en las que ignoramos nuestros sentidos. Es la única explicación que existe para entender por qué una canción tan irritante como Itsy Bitsy Teenie Weenie Yellow Polka Dot Bikini llegó a lo más alto. Y es que las canciones con letras o disposiciones únicas y originales a menudo reflejan ese espíritu de libertad característico del verano.

4. Tiene que triunfar en la radio
Si una canción va estar sonando alrededor del mundo, es mejor que tenga el apoyo de la radio. Esto significa dos cosas: necesita tener un ritmo pegadizo y las palabras malsonantes están prohibidas. Además debería estar dirigida a una audiencia amplia, como por ejemplo Love Is All Around, de Wet Wet Wet.

5. Debe lanzarse antes del verano
Una canción lanzada en el último minuto puede alcanzar lo más alto de las listas de éxitos. Pero generalmente la canción del verano habrá estado sonando durante unas semanas antes de convertirse en un éxito. One Dance, de Drake, se lanzó en abril de 2016. Y Rude, de Magic!, estuvo sonando durante 11 meses antes de situarse en el número uno en agosto de 2015.

6. Debe tener la palabra verano en el título
Quizás es una táctica cínica, pero funciona. Lanzar una canción del verano que hable sobre la propia estación es un truco fácil para lograr un número uno. Un buen ejemplo es In The Summertime, de Mungo Jerry.

La receta para la canción del verano

No cabe duda que el título de canción del verano es perseguido por muchos artitas. Por eso hemos querido averiguar cómo se crean los éxitos veraniegos. Javier Aragón, de Factoría de Ideas Felices, nos ha explicado algunos trucos que esconden estos éxitos.

Afirma que no hay una fórmula infalible para conseguir el título de canción del verano. Existen una serie de reglas técnicas sobre el tipo de melodía, la letra o el estribillo que los profesionales de la música conocen muy bien. Y ciertos factores como la difusión en medios, la discográfica o el artista que esta detrás, aseguran un buen arranque.

Pero también hay otros factores imponderables que hacen que un tema sea la canción del verano y esté presente las 24 horas del día. Una vez terminada la etapa de lanzamiento la canción funcionará por la inercia que imprima la viralidad que consiga.  

Javier opina que la melodía es fundamental y más importante que la letra. “Ha habido temas en idiomas ‘imposibles’ y no ha supuesto ningún problema para su éxito. Incluso puede haber sumado valor. No es importante lo que digamos, excepto si genera una polémica negativa por el tema sobre el que trate”.

Además no cree que sea necesario contar con artistas conocidos para conseguir un éxito del verano. “La mayoría de temas del verano han sido obra de artistas conocidos, local o internacionalmente. Pero si repasamos las listas de éxitos de los últimos años encontramos a Shakira junto con Chikilicuatre. Es importante, pero no imprescindible”.

Cuando la canción del verano surge de un anuncio

Javier recuerda algunos temas del verano que surgieron a partir de anuncios, como "Amo a Laura", de MTV España o "Del Pita Del", de Coca-Cola.

La fórmula es la misma: que sirva para alcanzar el objetivo de notoriedad que se busca. “En publicidad tenemos la estacionalidad menos marcada. En función de los objetivos de una campaña se puede buscar la canción del verano, otoño o invierno. Cuando la melodía está asociada a una marca o campaña, la publicity que genera forma parte del ROI de la misma con un coste cero”.

Sin embargo, cuando la canción surge de una campaña existe un riesgo de canibalización de la marca. Es posible que la canción sea todo un éxito pero nadie recuerde el mensaje o la marca. Desde Factoría de Ideas Felices opinan que “es un riesgo que merece la pena correr por la difusión que se alcanza ‘out of media’ con un coste cero. Debe existir un trabajo detrás para asociar la música con el nombre, con una óptima presencia de marca y una correcta estrategia de medios. Así se conseguirá un recuerdo espontáneo cada vez que suene el tema”.

Antes de lanzarse al mundo de los cortos publicitarios, Estrella Damm logró varios éxitos del verano con Mediterráneamente. Comenzó en 2009 con el anuncio de Formentera y la canción Summercat, de Billie the vision & the dancers. En 2010 fue el tema Applejack de The Triangles. Y en 2012 el grupo Lacrosse con la canción You can’t say no forever.

Este año ha sido Monólogo, marca del Grupo Freixenet, la que ha intentado crear la canción del verano con un tema que cumple con algunas de las claves mencionadas anteriormente, como una letra o disposición inusual.

Al final, como dice Javier Aragón, “la mejor canción del verano es aquella que trasciende en el tiempo a pasa a formar parte de la playlist del cachondeo”.