El periodismo low cost deja la puerta abierta a las fake news

  • El clickbait y la viralidad surgen de un modelo de negocio en crisis
  • La lucha contra las fake news no es sólo tarea de los medios, sino también de la sociedad
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Las Fake News están en la opinión pública. Más si cabe desde que vivimos en la era Trump e Internet nos permite alterar alegremente cualquier titular de cualquier medio con un simple truco informático. Y más todavía desde que las redes sociales nos han brindado un altavoz que propaga los bulos y las mentiras a la velocidad de una onda expansiva.

Las fake news o noticias falsas han existido siempre

Por fake news entendemos todas las noticias engañosas, falsas, no contrastadas o directamente inventadas que muchas veces, más que contenido, resultan ser publicidad basura.

Y aunque ahora las llamemos fake news, los bulos han existido desde siempre. No sólo porque hay medios que se saltan el proceso de verificación de la información, sino porque a la gente le gusta hacer clic en titulares “increíbles” aunque en el fondo sepan que lo que se van a encontrar dentro es algo que cuesta creer. 

El caso de UPSOCL

UPSOCL es un portal “que pertenece a un grupo de medios y productora nativa digital que genera contenido que a la gente le importa”. Así es cómo se definen en su propia web. Pero además añaden: “UPSOCL genera contenido multiplataforma inspirador, positivo, informativo y entretenido, cubriendo de manera rápida y divertida gastronomía, películas, entretenimiento, deportes, belleza, noticias, relaciones y tecnología”.

La rapidez está reñida con la verificación

En el “cubriendo de manera rápida” ya tenemos una de las primeras claves de ese periodismo low cost sediento de audiencia que está fomentando la existencia de las fake news.

La rapidez es un criterio casi siempre reñido con la verificación y la fiabilidad de una información. Un periodista lo tiene más difícil a la hora de contrastar una información al menos con tres fuentes diferentes, tal y como enseñan los profesores en todas las universidades de periodismo, si su propio medio le está exigiendo que lo haga rápido.

Siguiendo con la descripción de UPSOCL, también encontramos frases como esta: “Creamos contenido que entretiene y potencia el optimismo y la diversidad de toda habla hispana”. ¿Realmente hay contenido que “potencie el optimismo” todos los días y a todas las horas? ¿O hay que forzarlo un poco para que resulte realmente optimista? El resultado, en UPSOCL,  son titulares como estos.

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Y clicando en ellos, la cosa se queda así:

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Un contenido sin ningún tipo de contextualización periodística. Simplemente un titular impactante, un subtítulo igual de sensacionalista y un vídeo de Facebook insertado directamente en la página. Eso sí, con un botón de “Compartir” bien grande al lado para viralizar el contenido en apenas dos clics.

Pero UPSOCL no es el único portal que genera este tipo de información que la gente comparte en sus redes sociales. Encontramos otros ejemplos como Buzzfeed.

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Analizándolo en detalle, no es de extrañar que Facebook haya tomado la decisión de clasificar a los medios por su fiabilidad.

El clickbait también ha hecho mucho daño

La crisis del modelo de negocio del periodismo y la necesidad de atraer audiencia para ganar anunciantes ha llevado a algunos medios a buscar una viralidad forzada en la que entran nuevos jugadores como UPSOCL, pero también nuevas técnicas que buscan tráfico, visitas y, en definitiva, más clics.

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Un buen cebo es un valor seguro para asegurar visitas. Aunque luego el contenido no cumpla las expectativas generadas por el titular. O peor aún, nos lleve directamente a un contenido publicitario con un enlace al final de la “noticia” para comprar esa fórmula mágica para aprender idiomas como pasa en el segundo titular que véis en el pantallazo sobre estas líneas.  

¿Cuál es el camino a seguir?

Es cierto que los medios tenemos mucho que hacer en esto. Debemos equilibrar la balanza y que no reinen tanto Google y el SEO. Practicar periodismo social, olvidarnos un poco de la analítica y buscar nuevos modelos de negocio. No queremos que la fórmula de sacar rentabilidad haciendo periodismo consista en ganar anunciantes a costa de engañar a la gente, pero también es cierto que no podemos hacerlo solos.

La viralidad sin gente no existe

La viralidad sin gente no existe. Y si medios como UPSOCL y técnicas como el clickbait siguen existiendo es porque la gente lo lee y lo comparte. Quizás deberíamos hacer también un poco de autocrítica como lectores.

¿Por qué llenamos nuestro muro de Facebook de titulares que hablan de cocodrilos que hacen cosas sorprendentes cuando no existe ningún cocodrilo ni pasa nada increíble?

La lucha contra las fake news es un trabajo en equipo.

¿Quién se anima a cerrarles la puerta?