El día de Reyes se acerca. Y como cada año la tradición del roscón llega para endulzar esos momentos en familia.
La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC) ha pronosticado una situación favorable para el roscón este año. En este sentido, ha estimado las ventas totales de roscones en más de 26 millones de unidades esta Navidad. Con respecto al año pasado, esto supondría un incremento del 3% en las ventas en España.
Una de las claves del éxito de este sector reside en la capacidad de adaptación a estos tiempos de crisis. Así, han sabido reaccionar a la tendencia de los hogares monoparentales y a las personas que viven solas con una reducción de tamaño para sus formatos más tradicionales. Han surgido nuevas variedades como puede ser el roscón de un kilo, llevando a cabo una disminución de un 25% y hasta un 50% de su gramaje.
Otro factor clave se encuentra en la distribución a grandes superficies. En estos últimos años la tendencia de la facilidad de consumo se ha impuesto en el sector. Para responder a ello, los comerciantes han elaborado roscones listos para descongelar y consumir con el fin de ahorrar tiempo a los clientes.
Pese a ello, su producto estrella sigue siendo el roscón tradicional compuesto por una masa brioche cocida y rellena de diferentes ingredientes: nata, chocolate…
Además, la creatividad ha llegado a la elaboración de los roscones para quedarse. Ya hay roscones de crema tostada de limón, roscones invertidos, roscones cremosos de té verde japonés y un largo etcétera. Además, también hay innovación en el maridaje del roscón con distintos vinos como Pedro Ximénez o Moscatel, o incluso un buen cava.