San Valentín es una de las fechas de más facturación del año. De hecho, para muchos sectores es el segundo momento del año en el que más se factura, después de Navidad. ¿Cuál es la clave? Los corazones.
Porque según datos de Amazon, el año pasado se vendió un 400% más de productos con la forma de este órgano, además de un 1.200% más de velas para cenas románticas.
Quizá por eso McDonald’s haya decidido lanzar una hamburguesa con forma de corazón llamada Big Love, o Dunkin' Donuts haya querido crear una colección San Valentín, con 'dunkins' inspirados en el icono del amor.
Así, las ventas de San Valentín se reparten entre velas, corazones y los tres regalos estrella: perfumes, flores y bombones, que suman una facturación cercana a los 1.000 millones de euros al año, a los que contribuye en gran medida el día de San Valentín.
No obstante la tendencia que se observa en el consumidor es la sofisticación de los regalos: ahora el consumo es “más masivo” e incluye cenas, escapadas o estancias de hotel. Es decir: se adquiere menos y se experimenta más.