La ecología y el reciclaje son una preocupación social a la que se unen cada vez más marcas. Uno de los últimos ejemplos es el impulsado por Coca-Cola para su marca Sprite. La compañía ha decidido cambia el característico color verde de las botellas de Sprite y hacerlas transparentes para que sean más fáciles de reciclar. Es una acción dentro de un proyecto más amplio que busca reducir su huella plástica.

Impulsando el reciclaje

El cambio, que entrará en vigor a partir de septiembre de este año en el Reino Unido, también hará posible que las botellas de Sprite se fabriquen con hasta un 50% de plástico reciclado. Además, Coca-Cola se ha comprometido a utilizar al menos un 50% del tipo de plástico conocido como PET, más fácil de reciclar, en todas sus botellas de 20 marcas de aquí a principios de 2020.

Las botellas de su marca de agua embotellada Glaceau, la tercera más importante del Reino Unido, sí se fabricarán con plástico 100% reciclado a finales de este año. De esta manera, con todos estos cambios se conseguirán eliminar 3.100 toneladas de plástico virgen de la circulación.

Juntando estas dos iniciativas Coca-Cola dejará de usar 23.000 toneladas de plástico de nueva creación a partir de 2020. Un cambio para el que Coca-Cola también pide la colaboración del gobierno británico así como un plan de devolución de depósitos para envases de bebidas.

Jon Woods, General Manager de Coca-Cola en Gran Bretaña, asegura que "usar más plástico reciclado es un elemento fundamental de la estrategia de packaging sostenible de Coca-Cola. Nada de esto es fácil y estoy orgulloso del trabajo de los equipos para asegurarnos de que estamos en el buen camino".