Tras dos años de teletrabajo y formatos híbridos, las empresas y sus responsables apenas están empezando a comprender y adaptarse a los cambios que la pandemia ha traído tanto a lugar de trabajo como a la manera de trabajar. Y es que, ahora más que nunca, el enfoque sobre el modelo laboral es personalizado, con cada compañía y cada profesional con una visión diferente acerca de cómo quiere desarrollar su actividad. 

Así lo expresó Stewart Butterfield, CEO de Slack, en el marco de What's Next Summit, un encuentro impulsado por el portal informativo Axios para analizar las fuerzas que están dando forma al presente y futuro del trabajo, la vida y los negocios. El servicio de mensajería de la compañía se convirtió en una de las principales herramientas de comunicación de las empresas en la repentina traslación del trabajo a sistemas remotos hace ya dos años. 

Sin embargo, tal y como recoge Axios en una publicación de su blog en el que recoge las principales conclusiones de la conversación con Butterfield, ni siquiera una firma como Slack, profundamente asentada en la realidad digital, es capaz de dilucidar las claves para la gestión de personas y de negocios en un contexto marcado por el trabajo híbrido o distribuido. 

Uno de los aspectos de los que el directivo está seguro es la importancia y relevancia de la flexibilidad, un elemento cada vez más demandado por todo tipo de profesionales y que otorga ventaja al modelo híbrido en lo que respecta a sistemas de trabajo y políticas de talento. “Después de la compensación, el deseo número uno de la gente es la flexibilidad”, apuntó durante el evento. 

A este respecto, indicó haber observado diferencias generacionales en lo que respecta a la preferencia entre modelos. "Muchas personas que acaban de salir de la universidad tienen un deseo mucho mayor de volver a la oficina; es la base de su vida social", comentó Butterfield. "Y luego están las personas como yo, que tienen un bebé de 11 meses y medio. No hay tiempo para tomar el último tren para llegar a casa antes de que se vaya a dormir ni nada por el estilo; de hecho, entre llamadas puedo bajar y jugar con él".

Con todo, parece que el equipo de Slack ya trabaja familiarizado con el teletrabajo o el trabajo distribuido. El directivo señaló que dos tercios de los empleados de la compañía fueron contratados tras la pandemia, lo que indica también el crecimiento que ha supuesto para la firma la obligada a apuesta por la digitalización derivada del impacto del coronavirus. Además, como muestra de esta conectividad en remoto, Butterfield explicó que la compra de Slack por parte de Salesforce, a finales de 2020, se llevó a cabo sin ninguna reunión en persona. Una situación extraña que ahora, aseguró “parece normal”. 

Nuevos espacios de trabajo

Tras el auge generalizado del teletrabajo, en la mayoría de las organizaciones se está consolidando un modelo híbrido, que combina asistencia a la oficina con algunos días de teletrabajo. Una situación que, según Butterfield, pone de manifiesto la necesidad de diseños de oficina nuevos y más flexibles. En este sentido, apuntó que actualmente el valor menor de las oficinas es proporcionar espacio a los empleados para trabajar con sus ordenadores portátiles. Bajo su visión, los lugares de trabajo deberán estar más orientados a salas de reuniones, espacios para programas de capacitación, o encuentros con clientes. No obstante, espacios para momentos de comida y descanso seguirán siendo importantes. 

Asimismo, el CEO de Slack considera que más tiempo de trabajo en casa implicará una reestructuración de los hogares. "Si todos fuéramos a trabajar desde casa, no habríamos construido ni diseñado nuestras casas de la misma manera", afirmó. Asi, señala una "reconfiguración del hogar y el conjunto canónico de habitaciones que la gente imagina allí".

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En lo que respecta al futuro de la plataforma, Butterfield detalló que la evolución de Slack pasa por herramientas más “asincrónicas” que permitan a los trabajadores dejar mensajes que puedan “ser absorbidos más tarde”. Además, parece que la compañía trabaja en lo que explicó como “una especie de apoyo sociológico o guía para que las organizaciones sean más efectivas en esta forma de comunicado”. 

El directivo puso de manifiesto la necesidad de mejorar las estrategias de comunicación de las empresas y sus equipos. A modo de ejemplo, expuso que en una empresa de 10.000 empleados, que gasta 1,000 millones en salarios, el 50%-60% del tiempo de las personas se dedica a comunicación de algún tipo. "Se está gastando 600 millones, pero ¿cuánta inversión pone en capacitarlos para que sean comunicadores más efectivos y tengan mejores reuniones?".  

Es por eso que Butterfield considera que esto es solo el principio de los cambios que la pandemia ha traído al panorama laboral, y el comienzo de desatar todo el potencial de los nuevos modelos y plataformas. "Siento que tenemos el 10% de las herramientas que necesitamos", apuntó el CEO de Slack aludiendo a todo un camino por delante.