“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
La frase, cortesía de Marvel y Spiderman, puede aplicarse a una diversidad de áreas, situaciones, temas e industrias. Entre ellas está la tecnología. Al menos eso es lo que ha argumentado Ignacio Rivera, Director de Proyectos Estratégicos de Arena Media, durante Tech & Trends, el evento anual de la agencia que pretende reflexionar y analizar las tendencias más incipientes en el sector de la comunicación.
El poder de la tecnología
La tecnología tiene, igual que Spiderman, un gran poder. Tanto en términos económicos como de alcance o información. Tan solo hace falta observar los 12.000 millones de dólares que Venture Capitalists han invertido en Inteligencia artificial en 2017, un buen reflejo de su poder.
La duda salta en la segunda parte de la frase, la que hace alusión a la responsabilidad. ¿Estamos utilizando la tecnología con la misma responsabilidad?
Kodi Foster, Senior Vice President & Data Strategy de Viacom, opina que probablemente no. “Hemos perdido el sentido de lo que es un problema”. Con esta afirmación se cuestiona si lo que sale a día de hoy de los centros de innovación como Silicon Valley sigue manteniendo ese mismo propósito de responsabilidad y solución de problemas.
Y es que un problema, por su propia definición, es un asunto considerado como no deseado, dañino o algo que debe ser tratado y superado. Una situación que se debe resolver. Entonces, ¿estamos utilizando los maravillosos poderes de la inteligencia artificial para resolver los problemas de la humanidad? Echemos un vistazo...
Por un lado tenemos a Juicero, la startup que creaba exprimidores de 700 dólares (con wifi, eso sí) para hacer zumos que también podías hacer con tus propias manos (y mucho más barato).
O Digiscents, un pequeño dispositivo que, conectándolo a tu ordenador por USB, te permite oler las páginas web. Sin olvidar Luxy, una plataforma de citas para millonarios. Tinder, pero con muchos ceros en la cuenta del banco. O Smalt, un dispositivo que te ayuda con una de las tareas más tediosas de cada día: echar sal a los platos mientras cocinas.
Siendo honestos, no son dispositivos que no deban existir. “Seguro que tienen su público”, comentaba Ignacio. ¿Pero es esto lo mejor que podemos hacer con la tecnología que estamos creando? ¿Es el mejor uso que podemos dar? ¿Os imagináis a Spiderman solucionando este tipo de problemas?
Si la respuesta a todo esto es que no... llegamos al siguiente obstáculo. ¿Quién decide qué es un problema en la sociedad? Una posible hoja de ruta es la marcada por las Naciones Unidas con sus objetivos de desarrollo sostenible. 17 campos que definen de verdad cuáles son los problemas que debemos solucionar, que representan un futuro más sostenible para todos.
¿Y si ponemos la Inteligencia Artificial al servicio de estos objetivos? ¿No sería la solución a problemas más reales?
Porque utilizar la tecnología de manera responsable es cosa de todos. Ni siquiera pertenece a un área en concreto de una compañía, sino que cada vez está más vinculada a la empresa como conjunto. Porque es una oportunidad de crecimiento y de potencial económico. Como dijo Einstein, “no podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que utilizamos cuando surgieron.