Eindhoven es una de las ciudades con la vida nocturna más frenética de Europa. Una cualidad que conlleva ciertos problemas en lo que a seguridad se refiere.
No conforme con ello, Atos, empresa dedicada a la prestación de servicios digitales, ha decidido poner en práctica una solución innovadora: sirviéndose del Big Data para dotar de más seguridad a las noches de esta ciudad holandesa.
La compañía ha desarrollado el piloto CityPulse de la mano del Instituto Holandés de Seguridad y Vigilancia (DITSS) e Intel. Un proyecto que tiene por objetivo ayudar a Eindhoven a gestionar la calle Stratumseind, la más larga de los Países Bajos con más de 50 bares y discotecas que acogen a cerca de 20.000 personas cada semana.
CityPulse, el proyecto que aporta inteligencia a las calles
Y es que el Internet de las Cosas y el Big Data pueden hacer que las ciudades cobren inteligencia propia para alertar de posibles incidentes o elaborar otras acciones como servicio público.
Razón por la que este proyecto combina el Big Data y el estudio en tiempo real de las garantías de privacidad. Gracias a los patrones de inteligencia que utilizan sus operarios, se puede informar a las autoridades sobre los datos recogidos e iniciar las acciones necesarias.
Además, se analizan los datos de vídeo y audio de los micrófonos de las cámaras de vigilancia y se utilizan las redes sociales para crear una imagen completa de la calle. Datos que ayudarán a las autoridades ante posibles amenazas.
"El proyecto piloto CityPulse es importante para nosotros, pues convierte Eindhoven en una ciudad innovadora. Utilizamos los espacios públicos para desarrollar nuevas ideas. CityPulse nos está ayudando a hacer de Stratumseind un lugar más seguro y agradable para todos. Estamos impresionados por los primeros resultados del trabajo de Atos, que ha conseguido gestionar un consorcio de varios socios”, ha explicado Bianca Van Kaathoven, vicealcaldesa principal de la ciudad de Eindhoven.
Cómo trabaja CityPulse
En un primer momento, el programa de CityPulse recopila la información a partir de tres fuentes diferentes: los vídeos, los audios y las redes sociales. Con ellos, se crea la imagen del terreno para ayudar a las autoridades a predecir y actuar ante incidentes.
Unos datos que se recogen gracias a las cámaras que se han instalado en las cinco entradas peatonales a la calle que envían a tiempo real la información al centro de mando de la policía.
Una vez recopilada toda la información, se crean patrones inteligentes que avisarán a las autoridades si detectan alguna anomalía para que se lleven a cabo las acciones necesarias. Por ejemplo, adaptar los niveles de iluminación o poner patrullando a más policías.
Pese a ello, desde Atos aseguran que el respeto a la intimidad está garantizado debido a que los datos faciales que rcojan las grabaciones "estarán borrosos".
Los beneficios que Atos prevé para la ciudad
- Una vida nocturna más segura. Cualidad que podría aumentar el número de turistas y abrir nuevas posibilidades de negocio.
- Descenso del uso de recursos de emergencia debido al descenso del número de incidentes.
- Reducción de los gastos en reparación y limpieza.
- Uso más eficiente de los recursos policiales.
Albert Seubers, Jefe de Estrategia Global y Desarrollo de Negocios SmartCity de Atos ha explicado que "el uso de Big Data analytics para la información que se reúne a partir de varias fuentes se puede ampliar, incluyendo distintas áreas. Por ejemplo, alertando a los ciudadanos cuando los niveles de contaminación alcancen cierto umbral, o redirigir automáticamente el tráfico cuando no queden plazas de aparcamiento o haya atasco. No hay límites en los desafíos de esta solución para ayudar a la ciudad".
Con el Big Data la seguridad en las ciudades está al alcance de la mano. Aunque todo tiene un coste. En este caso la privacidad parece quedar en entredicho... ¿Será un coste demasiado alto?