Cada vez es más frecuente ver cómo las empresas están concienciándose con el medio ambiente y el impacto que provocan en éste. La marca de ropa Timberland ha anunciado una nueva iniciativa que tiene como finalidad que sus productos supongan un menor impacto en la naturaleza para 2030.

La propuesta de Timberland

La compañía quiere conseguir mediante esta propuesta las siguientes metas:

• Que el 100% de sus productos se diseñen siguiendo el principio de la circularidad
• Que sus materiales naturales procedan de fuentes que recurran a la agricultura regenerativa

Colle Vien, Directora de Sostenibilidad de Timberland, afirma que el medio ambiente se encuentra en un estado de degradación y que, como marca perteneciente a la industria de la moda, su empresa es parte del problema. Vien añade: “Siguiendo el ejemplo de la naturaleza y enfocándonos en el diseño circular y la agricultura regenerativa, queremos inclinar la balanza para alcanzar un impacto neto positivo. Imagina una bota que es capaz de devolver más carbón a la tierra del que se ha emitido durante su producción”.

Diseño circular y agricultura regenerativa

Pero, ¿qué es el diseño circular?
La empresa comenta que en la naturaleza todo tiene un uso y una posterior reutilización, sin que nada se desperdicie. Por ello, Timberland propone que los productos se fabriquen a partir de materiales que normalmente acabarían en la basura, como botellas de plástico o desechos de lana y piel.
Por otro lado, la marca asegura que los diseños estarán concebidos para ser reciclables “al final de su vida”, con el objetivo de que puedan desecharse y usarse para crear algo nuevo.

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En cuanto a la agricultura regenerativa, este tipo de labranza se caracteriza por seguir unos principios en sintonía con la naturaleza, permitiendo a los animales pastar en los campos para que sanen y restauren la tierra, tal y como afirma la marca.

Las granjas que siguen este sistema se aseguran de plantar una variedad de cultivos, replicando la diversidad que se encuentra en la naturaleza y permitiendo que la tierra extraiga el carbón de la atmósfera y lo almacene de forma eficiente en el sustrato. Así, reconstruye su estructura y ayuda a generar una tierra fértil e hidratada, suponiendo un impacto positivo para el entorno y los agricultores.

“La naturaleza en sí misma está perfectamente equilibrada. Los ecosistemas trabajan juntos en una perfecta armonía. La civilización contemporánea supone una alteración de este estado, pero como hemos visto una y otra vez, la naturaleza cuenta con un poder innato para restaurarse y regenerarse en cuanto se le da la oportunidad”, comenta Colle Vien, Directora de Sostenibilidad de Timberland.