Pese a la pausa que Elon Musk ha aplicado al proceso de adquisición de Twitter y la desconfianza que el empresarios ha expresado ante el cálculo de bots y cuentas falsas en la plataforma, la compañía se muestra decidida a seguir adelante con el acuerdo alcanzado en torno a la venta de la red de microblogging por 44.000 millones de dólares. 

Así lo ha expresado la compañía al regulador bursátil estadounidense, la Securities and Exchange Commission (SEC), en una denominada declaración de poder preliminar enviada ayer martes. Según el texto, Twitter pretende seguir adelante con la operación, por la que sería adquirida por Elon Musk y sus afiliados a un precio de 54,20 dólares la acción. 

“Twitter se compromete a completar la transacción con el precio y los términos acordados tan pronto como sea posible”, ha expresado la compañía en un comunicado. Asimismo, ha recordado que la transacción está sujeta a la aprobación de los accionistas de Twitter, la recepción de las aprobaciones regulatorias correspondientes y el cumplimiento de otras condiciones de cierre habituales, y se espera que se produzca en 2022.

Asimismo el texto presentado contiene información importante, como los antecedentes de la operación o los motivos de la transacción entre Twitter y Elon Musk. Entre ellos, la compañía asegura que salir de Bolsa mejoraría las perspectivas de negocio de Twitter y su posicionamiento competitivo en el mercado. Por contra, mencionan las dificultades para hacer crecer los ingresos publicitarios, invertir, o hacer cambios y mejoras operativas que permitieran el crecimiento a largo plazo entre los riesgos de mantener la cotización pública. 

En este sentido, la declaración también incluye una solicitud a los accionistas por parte de la compañía para que voten a favor de la adquisición. "La Junta Directiva de Twitter, después de considerar los factores descritos, por unanimidad: determinó que el acuerdo de la operación es aconsejable y que las demás transacciones contempladas en el acuerdo de fusión son justas, convenientes y en los mejores intereses de Twitter y sus accionistas; y adoptó y aprobó el acuerdo de operación y las demás transacciones contempladas en el acuerdo", apunta el documento. 

De esta forma, Twitter se muestra decidida a mantener el plazo de cierre de la venta en los seis meses posteriores al pasado 25 de abril, cuando la compañía comunicó oficialmente el acuerdo a sus empleados. Sin embargo, Elon Musk ha puesto en pausa el proceso bajo la sospecha de que, frente a lo asegurado por la plataforma, Twitter cuenta con alrededor de un 20% de cuentas falsas y spam entre sus usuarios. 

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Las sospechas en torno al spam

Es más, en las últimas horas, el CEO de Tesla ha manifestado esta desconfianza en varias ocasiones. La fórmula más reciente ha sido la publicación de una encuesta en la red de microblogging en la que solicita a sus seguidores su opinión respecto a las cifras aportadas sobre los bots, y reiteradas por Parag Agrawal, CEO de Twitter, en un hilo explicativo acerca del método empleado para su cálculo. 

Ante la sugerencia de un usuario sobre el papel que debería asumir la SEC en el proceso de determinación del volumen de spam en Twitter, Elon Musk, en su habitual tono irónico, ha hecho una llamamiento a dicha autoridad para que se involucre y arroje luz sobre el asunto. 

La insistencia de Musk sobre el volumen de spam en la plataforma está siendo interpretado por muchos como una maniobra para bien conseguir rebajar el precio de la operación, algo que ha asegurado no queda descartado; o bien salirse de la compra de manera definitiva. "Mi oferta se basó en que las presentaciones de la SEC de Twitter fueran precisas", ha tuiteado el empresario en las últimas horas. "Ayer, el CEO de Twitter se negó públicamente a mostrar pruebas de <5%. Este acuerdo no puede avanzar hasta que él lo haga".