La Unión Europea paraliza la tasa Google ante las presiones de Estados Unidos

  • La propuesta europea para gravar la actividad de las multinacionales se aparcará hasta el otoño
  • Estados Unidos asegura que el acuerdo implica desmantelar los impuestos establecidos a nivel nacional
La Unión Europea paraliza la tasa Google ante las presiones de Estados Unidos

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Bruselas ha anunciado la suspensión de la creación de la tasa Google tras el principio de acuerdo logrado en la reunión del G-20, celebrada el pasado 10 de julio en Venecia, sobre el establecimiento de un impuesto del 15% a las multinacionales y grandes compañías tecnológicas. Esto, sumado a la intensificación de las presiones de Estados Unidos, ha hecho que la Comisión Europea aparque su proyecto de tasa digital comunitaria para centrarse en el diseño de una a nivel global.

Estados Unidos considera que este tipo de impuestos son discriminatorios

La presentación de la propuesta de gravamen, que afectaría a empresas como Google, Facebook o Twitter, estaba prevista para el próximo 20 de julio. El anuncio de la paralización de esta iniciativa coincide con la visita de Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, quien desde hace tiempo ha instado al organismo comunitario a dar marcha atrás en su intención de gravar la actividad de las grandes tecnológicas en Europa. Como expresó unos meses atrás, considera que este tipo de impuestos son "discriminatorios" para las empresas estadounidenses e incompatibles con los principios fiscales internacionales.

Así, en una reunión mantenida con los ministros de Finanzas, Yellen pidió que se considerase seriamente la adopción de medidas fiscales adicionales para asegurar la recuperación económica. Y es que el impuesto pretendía recaudar 750.000 millones de euros para el fondo de recuperación que la Comisión podrá en marcha este verano. con el objetivo de que las compañías tecnológicas, claras “ganadoras” de la pandemia, asumieran parte del coste de la recuperación económica.

Finalmente, la Unión Europea ha cedido ante las solicitudes de Washington alegando la necesidad de consolidar un acuerdo internacional sobre la fiscalidad de las empresas en el G-20 y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). "El G-20 ha respaldado un acuerdo histórico este fin de semana en Venecia para crear un sistema tributario internacional más estable y justo, que aborda los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía”, ha comentado Daniel Freire, portavoz de la Comisión Europea. “Tras años de negociaciones, es un resultado extraordinario por el que la Comisión ha trabajado incansablemente”.

Una suspensión temporal

Se espera que los detalles del pacto puedan concretarse para el mes de octubre, momento en el que la OCDE planea aprobar un plan de implementación del nuevo marco fiscal. "Concluir este proceso con éxito requerirá un esfuerzo final de todas las partes y la Comisión está comprometida a centrarse en este esfuerzo”, ha señalado el portavoz. “Por este motivo, hemos decidido suspender durante este periodo nuestro trabajo sobre una tasa digital como recurso propio de la UE”.

La Comisión Europea acoge con satisfacción el histórico acuerdo mundial respaldado por los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20, pues considera que aportará equidad y estabilidad al marco internacional del impuesto sobre sociedades y que marca el comienzo de una reforma completa del sistema internacional de impuestos corporativos. Todo ello se traduce en que las multinacionales tendrán que pagar impuestos dondequiera que realicen negocios y obtengan beneficios, aunque no tengan presencia física, y el establecimiento de una tasa impositiva efectiva mínima global de al menos el 15%.

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No obstante, de prosperar el impuesto fijado a nivel mundial, Estados Unidos señala que impuestos similares establecidos a nivel nacional deberían desaparecer.Depende de la Comisión Europea y de los miembros de la Unión Europea decidir cómo proceder, pero esos países han acordado evitar implementarlos en el futuro y desmantelar los impuestos que discriminan a las empresas estadounidenses”, comentó Yellen en rueda de prensa en Venecia.

En consecuencia, los impuestos de España o Francia deberían derogarse. Sin embargo, tal y como informa Economía Digital, el español mantendrá su vigencia y continuará con su liquidación iniciada desde el 1 de julio pese a la decisión de Bruselas de congelar su proyecto. Con todo, el Ejecutivo está pendiente de conocer los detalles del tipo mínimo de sociedades a nivel global, aunque ha manifestado su voluntad de adaptarse a la legislación de esta tasa al consenso internacional, especialmente tras las amenazas de Estados Unidos de imponer nuevos aranceles a los países europeos que han impulsado la llamada tasa Google.

A pesar de todo, desde la Comisión Europea no hablan del fin definitivo de este proyecto, sino de una suspensión temporal y se reservan la revaluación del mismo para el otoño. No obstante, la iniciativa de una tasa digital común deberá enfrentarse todavía al rechazo de oposiciones tradicionales, como la de Irlanda, Estonia o Hungría.