Haven-1, la primera estación espacial comercial, se lanzará a la órbita terrestre el próximo año de la mano de SpaceX, la compañía de innovación espacial propiedad de Elon Musk. Sus primeros visitantes podrán ocuparla en 2026, pero Vast, la empresa desarrolladora, ya ha compartido los detalles de su diseño con la intención de generar expectación y captar la atención de los interesados.
La compañía asegura que ha puesto el foco en aspectos como la comodidad, la productividad, la sofisticación, la funcionalidad centrada en las personas, los avances tecnológicos y la investigación científica. El equipo de diseño ha estado encabezado por Peter Russell-Clarke, anteriormente diseñador industrial en Apple, y ha contado con el asesoramiento de Andrew Feustel, un veterano astronauta de la NASA.
Comodidad para la calidad de vida
Vast describe el diseño interior de Haven-1 como cálido y acogedor, lo que asegura refleja su compromiso por priorizar el bienestar y la experiencia de los astronautas y tripulantes, así como su visión de hacer el espacio accesible para todos. La intención ha sido contribuir a una mejor calidad de vida para misiones a largo plazo.
“Los astronautas que viven en gravedad cero plantean desafíos de diseño únicos. Crear un entorno que sea a la vez altamente eficiente y naturalmente reconfortante conduce a resultados totalmente nuevos"; ha comentado Russell-Clark, en un comunicado. "Los interiores de Haven-1 no tienen precedentes, están diseñados con precisión y sensibilidad para garantizar que sus ocupantes prosperen en el espacio”.
Tal y como señalan desde Vast, el diseño ha priorizado la experiencia a bordo de los astronautas. Según describe, estos son recibidos en la estación por un diseño elegante y funcional, que puede apreciarse en superficies interiores suaves y acolchadas y en los listones de chapa de madera, así como en los compartimentos de carga y espacios de almacenaje optimizados.
Haven-1 cuenta con cuatro habitaciones privadas para la tripulación, que ofrecen espacios para descansar y recargar energías. En ellas, quienes ocupen la estación podrán cambiarse, disfrutar de entretenimiento o comunicarse online con la Tierra gracias a la conectividad Starlink de SpaceX. Cada habitación tiene también un compartimento de almacenamiento incorporado, tocador y un kit de artículos de tocador personalizado.
La experiencia de sueño ha sido clave también en el diseño de Haven-1. Según Vast, dormir en gravedad cero siempre ha sido un punto de fricción debido a sistemas de sujeción incómodos. La compañía ha buscado resolver esto con un sistema -pendiente aún de patente- que, a juzgar por las imágenes compartidas, presenta una cama tamaño queen size que brinda presión uniforme durante toda la noche y se adapta a cada persona.
Funcionalidad para contribuir al futuro
La estación cuenta con un área común, que supone un espacio multifuncional en el que los tripulantes pueden reunirse a trabajar, a comer, o a relajarse. Tiene un volumen de 24 m³, e incluye una ventana abovedada para observar el espacio y una mesa multiuso desplegable.
Esta zona también permite realizar ejercicio físico, fundamental para mantener la salud ósea y cardiovascular en gravedad cero. Con un sistema de bandas y anclajes para el cuerpo, los tripulantes podrán realizar ejercicios de resistencia tanto para la parte superior, como inferior del cuerpo.
La estación también tiene un laboratorio, y desde Vast apuntan que se trata de la primera plataforma de investigación, desarrollo y fabricación en microgravedad del mundo en una estación espacial comercial. Este, además, puede ser controlado y monitorizado de forma remota.
“Tenemos grandes ambiciones de crear un futuro en el que todos vivan y prosperen en la Tierra y en el espacio, y esto, por supuesto, requiere un cambio en la forma en que abordamos el diseño para todos los orígenes y niveles de comodidad”; ha señalado Hillary Coe, Directora de Diseño y Marketing de Vast.
La compañía asegura que está estableciendo un nuevo estándar al ofrecer una combinación de diseño y funcionalidad nunca antes vista en estaciones espaciales comerciales, y que está ampliando los límites de lo posible para dar forma al futuro de la vida en el espacio.