El colapso del turismo internacional por la pandemia del coronavirus ha tenido un efecto devastador en sectores que ni nos imaginamos en un principio pero que, si desglosamos las piezas de cada país, podemos ver cómo lo han acabado pagando los más vulnerables. Este es el caso de los refugios de elefantes en el norte de Tailandia.

La crisis del coronavirus ha obligado a cerrar al menos 85 campamentos de elefantes en el norte de Tailandia, una atracción turística muy demandada pero que, a su vez, otorgan unos cuidados diarios a estos mamíferos en un espacio protegido de cazadores furtivos y depredadores.

Para evitar el cierre de más campamentos, así como el deterioro del bienestar de los elefantes, la ONG Human Elephant Learning Program Foundation (H-ELP), junto a la Golden Triangle Asian Elephant Foundation (GTAEF), han creado “El Elefante en Zoom”, un programa diseñado para realizar videoconferencias innovadoras, haciendo que un animal de 3 toneladas se una a ellas, mientras se contribuye a recaudar fondos de manera solidaria.

Se puede dar un paseo virtual con los elefantes

Aunque el elefante en cuestión, seguramente, no vaya a interactuar con el usuario, el objetivo principal de esta campaña es recaudar fondos para cubrir el déficit provocado por las restricciones de viaje que ha traído consigo el Covid-19.

Las tarifas pueden oscilar desde los 75 dólares, cuando los elefantes “participan” en una videoconferencia de Zoom de 10 minutos; hasta 145 dólares, una modalidad en la que los usuarios que realizan la llamada también reciben una sesión de 3 minutos de preguntas y respuestas con expertos en elefantes.

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Además de simplemente ver al elefante en nuestras pantallas, el programa ofrece experiencias virtuales que antes se realizaban sobre el terreno. Con “El Elefante en Zoom” podemos hacer una caminata virtual junto a los elefantes en una experiencia inmersiva para sentirnos más cerca de ellos, aunque estemos a miles de kilómetros.

Más info.: El Elefante en Zoom