Desde el año 2016, de la puerta de cada Vips cuelga el cartel “Muy abierto”, un lema que la compañía desarrolló junto a la agencia SCPF y del que ha hecho un manifiesto de marca que señala sus valores, dando la bienvenida a todos los clientes. A día de hoy se plasma también en conceptos como el de las cocinas abiertas y a la vista que ya se encuentran en muchos de sus establecimientos.
El pasado 11 de abril se cumplía un año desde que Vips lanzó su nueva plataforma de comunicación, bajo el lema “Lo de Vips no es normal” y trabajada junto a la agencia Mono Madrid para reforzar todo el proceso de renovación y mejora de su propuesta de platos en la carta. La pasta carbonara con torreznos de Soria es un ejemplo de este nuevo planteamiento de marca.
Vips destaca a los bocatas como pieza clave de la cultura gastronómica española
Como lo son también los nuevos bocadillos que Vips ha presentado este 2024 en su última campaña, también junto a Mono Madrid. Y es que la marca destaca a los bocatas como pieza clave de la cultura gastronómica española y los reinventa para incluirlos en la carta de sus restaurantes añadiendo un toque distintivo en cada uno de ellos.
Como confluencia de todo lo anterior, los responsables de marketing de la compañía nos han invitado a conocer en primicia cómo se elaboran sus nuevos bocadillos. Para ello, nos han abierto las puertas de su cocina y su despensa, y así hemos visto en primera persona, junto al equipo de chefs y de marketing, cómo cuidan la elaboración de cada plato, el tratamiento del producto y el uso de las las materias primas.
“El restaurante no existe sin la cocina”, nos cuenta Sandra Carrasco, Directora de Marketing en Vips. “Somos una marca que da de comer y tenemos un nivel de cocinado muy alto”, del que han querido sacar pecho a través de esta visita que hemos podido disfrutar en primicia. “Es un ejemplo de transparencia y honestidad total que podáis conocer y entender todo el proceso que hay hasta haber llegado a la campaña de los nuevos bocadillos”, añade Borja Cameron, Director de Marketing en Alsea Europa.
Cocinando los nuevos bocadillos de Vips
De huevos rotos con chistorra valenciana, mayonesa chimichurri y chips de patata.
De chipirones, alioli de kimchi y pan cristalino de fermentación lenta.
O el pepito de ternera, con carne madrileña, queso cheddar ahumado en leña y coronado con una croqueta.
Todos ellos -los nuevos bocadillos- como el resto de su oferta gastronómica, depositan su confianza en la calidad de proveedores de origen local y nacional.
“Desempolvando los archivos hemos descubierto que, antiguamente, las cartas de Vips incluían el nombre de todos los proveedores en cada plato”, comenta Sandra Carrasco. Algo que, quizá, se planteen retomar algún día dado que sus partners siguen siendo, actualmente, primeras marcas de calidad.
Vips es uno de esos ejemplos de marcas en las que el equipo de marketing se remanga y entra hasta la cocina para optimizar y mejorar platos o crear algunos nuevos, como los bocadillos. “Hay veces que innovas desde la creatividad y la comunicación pero, en este caso, todo ha partido del producto”, nos cuenta Sandra Carrasco. Y es que se hizo un ejercicio de dar respuesta a la cuestión de si Vips quiere seguir siendo tendencia o también puede permitirse ofrecer en su menú esos platos “de toda la vida, tradicionales y familiares”. La convivencia perfecta entre “clásicos y extravagancias” es el punto actual en el que se encuentra la marca, como lo define Sandra. “Lo local y la tradición, con un toque, es más tendencia que nunca”, añade.
Y la plataforma de comunicación “Lo de Vips no es normal” busca precisamente eso: pasar de ser una carta con productos internacionales a convertirse en una suerte de “casa de comidas moderna”. Así, para compensar la falta de presencia local en el menú, desde Marketing se empezó a buscar la innovación a través de algo que siempre ha estado ahí en nuestra gastronomía: el bocadillo, pensado además para acercarse un poco más al target adulto. Y alejado, desde luego, como todo lo que se cocina en Vips, “del concepto fast food”. Porque en Vips el producto se prepara con la agilidad propia de un restaurante popular, pero con la dedicación y atención propias de esa casa de comidas a la que buscan aproximarse y en la que se cocina cada día.