El grupo publicitario WPP ha establecido que, a partir del próximo mes de abril, los empleados de la compañía deberán trabajar cuatro días a la semana desde la oficina. La medida, que afecta a más de 110.000 profesionales a nivel global, supone una apuesta por la presencialidad tras casi cinco años de teletrabajo y trabajo híbrido a consecuencia de la pandemia. 

Sin embargo, la nueva política corporativa no ha sido bien recibida entre los equipos de WPP, pese a que su CEO, Mark Read, haya querido destacar las ventajas de regresar casi de manera completa al lugar de trabajo. Según recoge Campaign, el directivo ha asegurado en un correo electrónico a la plantilla que la presencia en la oficina está asociada a un mayor compromiso de los empleados, mejores valoraciones por parte de cliente clientes y un mejor desempeño financiero. 

No obstante, Read se ha comprometido a mantener el espíritu de flexibilidad y confianza adquirido durante todo este tiempo y a facilitar el día a día a los trabajadores atendiendo a sus circunstancias personales. Aún así, la nueva política implica que los empleados deberán trabajar desde la oficina al menos dos viernes al mes, con flexibilidad para elegir qué otros días trabajarán de forma remota.

Pero una parte de la plantilla considera que la decisión es un paso atrás en el apoyo de la compañía a los empleados y el fomento de su bienestar y conciliación. Tanto es así que un grupo de trabajadores, bajo el nombre “Empleados de WPP preocupados”, han puesto en marcha una petición a través de la plataforma Change.org para exigir la revocación de la medida. En el momento de publicar esta noticia cuenta con 13.492 firmas. 

Piden a Read que considere sus necesidades y critican que los argumentos del directivo no se apoyen en datos reales. “Hacemos un llamamiento a Mark Read y al órgano de toma de decisiones de WPP para que reconsideren este mandato y adopten una política que respete y priorice el bienestar y las preferencias de sus empleado”, señalan los profesionales en la petición. “Es hora de avanzar hacia un futuro del trabajo que sea flexible, consciente, inclusivo y basado en la evidencia”. 

Costes, bienestar, inclusión y progreso

Un empleado de la compañía en Australia ha ampliado la argumentación contra la política en una carta que ha recogido el medio especializado AdNews, respectando la elección de anonimato del profesional. En el texto ha querido destacar algunos de los factores globales, económicos y personales que posicionan el trabajo y la flexibilidad como una opción más favorable frente a la presencialidad en la oficina. 

El primero que cita es el desafío actual del acceso a la vivienda y al alojamiento. Apunta que en Australia los precios de alquiler han aumentado un promedio del 9,3% por año desde 2020, que la inflación sigue siendo alta y que los precios de las viviendas se han disparado, con aumentos promedio del 8,4% anual. 
"Muchos empleados se enfrentan ahora a una difícil disyuntiva entre una vivienda asequible y la proximidad a la oficina. Su requisito de que los empleados vivan a una "distancia razonable" es cada vez más insostenible para aquellos que no pueden pagar una vivienda cerca de nuestras oficinas", dice el trabajador. 

Alude también al coste del desplazamiento, en parte a consecuencia, precisamente, de la escasez de vivienda accesible cerca de las oficinas. “Para algunos, estas horas de viaje invaden lo que antes era tiempo personal, tiempo que es esencial para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal”, expresa. 

Las responsabilidades de cuidado familiar es el tercer factor de que cita este trabajador australiano. Asegura que en su país los costes de guardería pueden llegar a alcanzar los 200 dólares al día y contar con largar listas de espera, lo que incrementa la presión financiera y el estrés sobre las familias. 

Por otro lado, el texto señala el impacto que el regreso a la oficina puede tener en los empleados con discapacidad o neurodivergencia. Expone que el trabajo en remoto brinda mayor nivel de control y seguridad, y menor ansiedad a estos trabajadores, frente al impacto que pueden tener en su bienestar cuestiones como la iluminación intensa, el ruido, la estructura o la presión social de la oficina. 

Vinculado a esto, el empleado señala el beneficio del teletrabajo en el bienestar. “Actividades como hacer ejercicio, cocinar, pasar tiempo con la familia o simplemente relajarse se han convertido en parte integral de la vida diaria. Para algunos, incluido yo, este cambio ha tenido un profundo impacto positivo en su salud mental", comenta. "La pérdida de este precioso tiempo recuperado bajo un mandato de cuatro días en la oficina resulta, cuanto menos, desalentadora”.

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Por todo ello, solicita a Mark Read que reconsidere la política e invita a analizar la oportunidad que WPP tiene de liderar apostando por la flexibilidad, la empatía y la inclusión. Apunta que no debe obligarse a los trabajadores a adoptar un modelo más rígido que no considera las realidades del mundo postpandémico y las circunstancias personales de los profesionales. 

“¿Cómo podemos estar dando pasos atrás hacia un modelo de 2019 en 2025?”, reflexiona. “Si bien esta carta no puede capturar todas las perspectivas únicas, refleja el sentimiento colectivo de una fuerza laboral que enfrenta desafíos sin precedentes. Mark, reconsidere el mandato de cuatro días y, en cambio, trabaje hacia un modelo que empodere a todos los empleados para prosperar, uno que se adapte a la diversidad en experiencia, circunstancias y necesidades, al tiempo que permite a WPP seguir progresando como líder de la industria”.