Probando las Ray-Ban Stories, las nuevas gafas del “espía”

  • Las gafas inteligentes serán la nueva extensión de nuestro cuerpo
  • En los próximos años cambiaremos el teléfono por unas gafas para ver el mundo
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Cuando hace apenas un mes Meta anunció que ya se podían comprar en España las nuevas Ray-Ban Stories, parecía evidente que tocaba probarlas. 

En Darwin & Verne somos de acción, y la filosofía de esta sección va de probar y contaros nuestras sensaciones con los últimos adelantos tecnológicos. Ya lo hemos hecho realizando reuniones en el Metaverso, modelando en 3D desde las gafas Oculus o explorando, de verdad, eso del phygital.

Pues bien, tocaba analizar el primer acercamiento de Meta al mundo de las gafas inteligentes y desde luego las expectativas eran altas, tanto por las últimas noticias de la compañía, como por su compañero de viaje, Ray-Ban.

Las gafas de espía de nuestro tiempo.

Cuando realizas el unboxing de las gafas, lo que más destaca es el impecable diseño industrial. Las gafas son exactamente las mismas clásicas de Ray-Ban, su modelo Wayfarer en mi caso. Es prácticamente imperceptible, tanto en estética como en peso, la incorporación de los elementos que las convierten en unas “gafas inteligentes”.

Podríamos decir que son las gafas del espía de nuestro tiempo. 
Tienen dos cámaras de 5 megapíxeles integradas en cada extremo de la montura que permiten hacer foto y vídeo utilizando un minúsculo botón de captura o mediante comandos de voz, y tres micrófonos en las patillas que permiten grabar y escuchar sonido a una calidad nada despreciable, por lo que sustituyen de facto a cualquier auricular.  

¿Gafas para el día a día?

Yo las he probado en situaciones habituales, pero también corriendo o montando en bici para ver cómo el movimiento o el viento podían interferir en su funcionamiento, pero el resultado es magnífico, tanto para escuchar música, captar instantáneas, grabar vídeo o hablar por teléfono, y todo ello con el teléfono lejos de tus manos.

Todas las imágenes se descargan en una aplicación, Facebook View, que te permite editarlas e incluso hacer pequeños montajes que seguro que los más duchos pueden convertir en auténticas virguerías. No es mi caso. 

La controvertida cuestión de la privacidad

Movimiento inteligente, alianza con marca reconocida, tecnología brillante, pero… Pensemos que tenemos una cámara que puede ir grabando por donde caminamos, por lo que quizás el punto más conflictivo es el de la privacidad

Es cuanto menos reseñable que con la crisis de reputación que el gigante americano está sufriendo precisamente por este tema se lance a este producto. Las preguntas éticas son más que evidentes, la facilidad para hacer fotos y vídeos con una sola orden de voz es alucinante, por lo que seguro que los escándalos relativos a los derechos de imagen no tardarán mucho en estar en las noticias de todo el mundo.

Meta ha llevado a primer término este aspecto: el dispositivo “advierte” que graba o hace vídeo mediante una pequeña luz y la compañía hará además una campaña en varios países de la Unión Europea para explicar el funcionamiento y ciertas pautas de uso. 

Incluso uno de sus primeros movimientos es la creación de una web donde enseñan cuándo deben utilizarse las gafas y en qué situación es mejor no hacerlo… pero todo parece insuficiente, al menos desde mi punto de vista.

La nueva extensión de nuestro cuerpo

Esto es lo que le puedes pedir a la gafa, nada más. No estamos, por tanto, ante una gafa de realidad aumentada, ni virtual, ni asistida, ni siquiera son gafas inteligentes, pero se quedan en un medio camino interesante.

¿Por qué interesante? Porque lo que Meta consigue mediante la alianza con Ray-Ban es que nos adentremos en el uso de estos dispositivos. En palabras de Mark Zuckerberg, Meta tiene una clara apuesta por crear nuevas experiencias y para ello se necesitarán gafas. Las Ray-Ban Stories están lejos de provocar una experiencia inmersiva increíble, no son las prestaciones de las Google Glass, pero sí te hacen imaginar lo que este tipo de dispositivo puede llegar a conseguir, porque si ahora nuestro teléfono es una extensión de nuestro cuerpo, la apuesta de todas las compañías tecnológicas es que ese compañero sea una gafa inteligente

Y en ese camino, Meta se alía con probablemente la marca de gafas de sol más universal, no modifica prácticamente su diseño y le da un plus, pequeño pero funcional, lo que hace que la barrera de entrada sea prácticamente nula. Yo me compro mis gafas de siempre, las que me gustan, las que me quedan bien y además con un toque que mola, con cámaras y con audio­ incorporado… Ya tengo a mi público en la primera etapa. 

Las Ray-Ban Stories no son las primeras gafas de este tipo. Snapchat probó con sus Spectacles, más cercanas al mundo de la moda; Bose tiene Frames, Razer Anzu y  Focals de North; pero todas partían de sus propios modelos, de tener que, además de ser útiles, ser estéticas, algo que con Ray-Ban Meta ya está ganado.

Este año y el que viene van a ser los años de las gafas inteligentes. En 2020 Google compró North, la compañía canadiense especializada en smart glasses y con la que está sofisticando Glass, en su insistente apuesta por estos dispositivos. 

Pronto empezaremos a hablar de las Nreal Light, Microsoft Hololens, Oppo Air, Xiaomi Smart Glasses, y todavía no hay nada oficial y son sólo rumores, pero parece que Apple está apunto de anunciar sus Apple Glass. 
Todas las grandes tecnológicas están metidas, así que, aunque no queramos, nuestra próxima realidad pinta ser aumentada, o mixta. Parece que en los próximos años en vez de ver el mundo a través de nuestro teléfono, lo veremos a través de unas gafas.

Un buen movimiento por parte de Meta
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