La abreviatura IA, que alude a las palabras inteligencia artificial, ha sido seleccionada como la Palabra del Año de 2023 por el Collins Dictionary. La firma editora del diccionario considera que el concepto condensa la revolución que en las distintas esferas han generado los modelos de lenguaje, despertando a partes iguales la fascinación y la preocupación en la sociedad y las empresas respecto a las oportunidades y desafíos que brinda esta tecnología.
Collins define la inteligencia artificial como "el modelado de las funciones mentales humanas mediante programas informáticos", un término que asegura que capta muy bien la naturaleza profunda del desafío que enfrentamos como sociedad. “La IA irrumpió en la conciencia pública a finales de 2022, cautivándonos con su capacidad de imitar el habla humana natural. De hecho, podría hacer mucho más que eso”, explica la compañía en una publicación de su blog. “Y aunque la gente estaba comprensiblemente fascinada, también empezaron a ponerse un poco ansiosa. Si de repente las computadoras se convirtieran en expertas en el más humano de los dominios, el lenguaje, ¿qué pasaría después?”.
La elección de la abreviatura como Palabra del Año 2023 tiene lugar en un contexto tecnológico en plena ebullición, en el que las grandes compañías están sumidas en una carrera empresarial por liderar el territorio con soluciones adaptadas a las necesidades de los usuarios, mientras las autoridades tratan de establecer marcos regulatorios que garanticen un desarrollo justo y seguro de la tecnología.
Muestra de ello es el acuerdo alcanzado por 28 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, China y mercados de la Unión Europea, en el marco de la cumbre AI Safety Summit, celebrada en Reino Unido. Algunas de las mayores potencias mundiales han reconocido las oportunidades y riesgos de la IA y se han comprometido a afrontar los desafíos y evaluar periódicamente los avances y amenazas de la tecnología.
Las otras candidatas
La distinción por parte de Collins a la inteligencia artificial demuestra, una vez más, la relevancia del entorno online en la vida de las personas. A este término se suma el concepto “desinfluencia” (de-influencing), que ha formado parte de la lista de palabras candidatas a hacerse con el título, y que define como “el uso de las redes sociales para advertir a los seguidores de determinados productos comerciales o elecciones vitales”.
Las redes sociales también han dejado huella en otras palabras que han conformado la lista corta a Palabra del Año 2023. En ella se ha podido encontrar el concepto “nepo-baby”, que alude a alguien “cuya carrera se cree que ha avanzado por tener padres famosos”, o “evento canónico”, que hace referencia a una experiencia "esencial para la formación del carácter o la identidad de un individuo".
Las temáticas de la alimentación, la salud y el bienestar también han destacado entre las palabras candidatas. El término “ultraprocesado”, que hace referencia a alimentos preparados mediante métodos industriales complejos y frecuentemente compuestos por ingredientes con poco o ningún valor nutricional, aspiraba a hacerse con el reconocimiento. Por otro lado, la palabra “semaglutida” también se ha hecho con un hueco en la lista, aludiendo a un “fármaco maravilloso” que se emplea para suprimir el apetito de las personas, permitiéndoles perder peso.
Las medidas institucionales para abordar la emergencia climática también han estado presentes entre las palabras preseleccionadas, representadas por el acrónimo ULEZ y que hace referencia al concepto “ultra-low emission zone”, esto es, “zona de emisiones ultrabajas”, instauradas en ciudades como Londres para reducir los índices de contaminación.
Así mismo, la elección de Palabra del Año también ha barajado opciones en el terreno económico y de las finanzas. “Greedflation”, una combinación de avaricia (greed) e inflación (inflation) para definir a la práctica realizada por las empresas para aumentar sus ganancias en un contexto marcado por el elevado coste de la vida, también ha sido candidata. Por su parte, el término “debanking”, que alude al acto de privar a una persona de servicios bancarios, figuraba en la lista.
El deporte también ha logrado incluir un término entre los candidatos. Se ha tratado de “bazball”, que hace referencia a un estilo agresivo a la hora de jugar al criquet.