La última acción de Coca Cola dentro de su campaña contra el sedentarismo ha llegado  a Chile. Un taxi en el que el precio del taxímetro baja cuanto más pedalee el cliente. 

Tal y como recoge www.tagoatwork.com, lo bueno de esta campaña es que conciencia desde una perspectiva poco frecuente. El bolsillo del consumidor. 

Y al mismo tiempo queda muy claro el mensaje que Coca Cola quiere transmitir. “Movimiento es felicidad. ¿Y si pedaleamos?”

Pero no es la primera vez. Los taxis ya han sido protagonistas en otras acciones de marketing a nivel mundial. 

Seat paseó el taxi más barato del mundo por las calles de Alemania. Cada vez que frenaba, el taxímetro bajaba el precio provocando la sorpresa, y la alegría en los clientes. El motivo era promocionar una nueva tecnología por la cual la energía desperdiciada al frenar se acumulaba para usarla de nuevo al acelerar, ahorrando gasolina. 

La compañía de helados Magnum colocó pantallas en los taxis de Londres para avisar de las altas temperaturas este verano.

Y aunque no se trataba de vender ningún producto, sí se trataba de vender una imagen. El primer ministro noruego se puso al volante de un taxi en plena campaña electoral. El objetivo era mostrar acercamiento y conocer la realidad de los ciudadanos. Aunque en este caso la iniciativa de marketing político no le sirvió para ganar en las urnas.