¿Quién no ha cantando alguna vez el “Cumpleaños Feliz”?
Pocas serán las excepciones. Pero, pese al amplio número de cantantes, poco se sabe del origen de la canción y su autor. Un puesto que muchos han reclamado.
Sin embargo, el debate parece haber llegado a su fin. Un juez ha dictaminado que no es válida ninguna reclamación de derechos por este clásico de los cumpleaños. Ahora se ha creado jurisprudencia y cualquiera puede utilizar la canción libremente. Incluidas las marcas para sus fines comerciales.
Un cumpleaños feliz silenciado
Aunque no siempre fue una canción de dominio público. Durante 80 años varios editores reclamaron los derechos de autor sobre el “Cumpleaños Feliz”. De modo que los anunciantes no podían hacerse eco de la canción más cantada del mundo para su publicidad. Marcas, restaurantes y lugares de ocio llegaron a diferentes alternativas para evitar las comparaciones. Incluso las películas tuvieron que ingeniárselas para no recurrir a ella...
Y es que una empresa consiguió alzarse con el título de “propietaria”. Supuestamente, el titular de sus derechos era Warner Chappell. Una posesión que le había generado cerca de dos millones de dólares anuales.
El juez que permitió volver a cantar
Pero George H. King, juez del Tribunal del Distrito de EEUU no lo ha visto así. Según el magistrado, “no hay ninguna evidencia de que las creadoras de la canción, las hermanas Mildred y Patty Hill (o una tercera hermana que finalmente se hizo cargo del patrimonio), transfirieran sus derechos”.
“Las hermanas Hill no trataron nunca de obtener los derechos de autor de “Cumpleaños Feliz”, a pesar de que Patty dijera haber compuesto la letra décadas antes. Ninguna de las hermanas demandó a nadie por utilizar su canción”.
Jennifer Nelson, una cineasta productora de un documental sobre la canción, considera la decisión del juez como una gran victoria para los músicos, los artistas y el resto del mundo.
¿Con “el resto del mundo” se referirá también a las marcas? La veda para su uso queda abierta...
Y hablando de copyright...
No solo las canciones están en el punto de mira en lo que a derechos de autor se refiere. Las fotografías también han abierto un intenso debate. Especialmente con la llegada del fenómeno selfie...
El año pasado la foto de un macaco llevó a los activistas a preguntarse si el copyright de esa imagen pertenecía a los dueños de la cámara o a Naruto, el mono que se tomó la foto.
Una cuestión que llevó a la Oficina de Copyright de EEUU a actualizar sus políticas incluyendo una sección que establecía que se regitrarían derechos de autor solamente para obras realizadas por seres humanos.
Sin embargo, Jeffrey Kerr, abogado de PETA, ha asegurado que eso es solo una opinión y la Ley de Derechos de Autor no excluye a los animales.
El supuesto autor de la foto del macaco, David Slater, conocido por publicar varias selfies de monos se siente consternado ante la prolongación del debate. De hecho considera que sus derechos sobre las imágenes deben ser respetados.
“Yo era el intelecto detrás de todo el asunto. Un mono solo pulsa un botón de una cámara que estaba apoyada en un trípode que yo coloqué”, ha explicado.
Ahora PETA ha interpuesto una nueva demanda en la Corte Federal de San Francisco para que se respete el tratemiento ético de los animales. Y es que PETA quiere administrar todos los ingresos de las fotos para el beneficio de los monos como Naruto.
Una idea que también movió a WWF, organización que creó el primer banco de imágenes hecho por y para los animales.